Son muchas las tradiciones que marcan la época de Semana Santa. Muchas han pasado al olvido, otras se resisten al paso del tiempo y se repiten de año en año en estos días de gran significación para la religión cristiana porque marcan el fin de la cuaresma y un período de abstinencia donde la carne ha sido denegada.
Antiguamente este era un tiempo de paz y silencio que ayudaba a recordar con mucho fervor el martirio y sacrificio que por nosotros hizo Cristo. Desde el viernes de Concilio ya está prohibido comer carne todo el día. El Domingo de Ramos se hace la bendición de las palmas. Esta tradición siempre está vigente y la gente acude todos los años a buscar su palma bendita.
Según la creencia si haces una cruz con ella y la colocas detrás de la puerta principal de la casa, ahuyentarás los malos espíritus. Algunos choferes la guindan en el espejo retrovisor del carro para que los cuide durante el trayecto y les proteja de todo mal.
El Miércoles Santo es el día del Nazareno, los fieles acostumbran vestirse con una túnica morada, para asistir a la procesión y cumplirle toda clase de promesas.
Antes, el día de la muerte de Jesús en El Calvario, la gente se mantenía en completo silencio y no estaba permitido alzar la voz ni hacer ninguna clase de ruido porque la carne del Señor era herida por los golpes. Ese día no se tocaban las campanas de la iglesia, en su lugar se anunciaban las actividades con matracas.
La visita de los Siete Templos que se realiza el Jueves Santo en la tarde, consiste en entrar a siete iglesias para simbolizar la ida de Jesús al Huerto de los Olivos, lugar al cual se dirigió después de la Última Cena.
El Viernes Santo es un día de ayuno. Al mediodía se leen en las iglesias las siete palabras y en la tarde se saca en procesión al Santo Sepulcro.
En tiempos no muy remotos se solía acompañarlo con una orquesta en vivo que interpretaba el Popule Meus, una de las más grandes obras compuestas por el Maestro José Ángel Lamas creada en 1.801 y estrenada en la Catedral de Caracas.
En la mayoría de los pueblos ese día se solía salir a buscar siete palitos de romero para atarlos juntos, se pensaba que tenían la propiedad de alejar rayos y centellas. De allí nació la expresión “Más buscada que palito de romero.”
Además de pescado, es muy común en estos días comer cuajao de cazón o de morrocoy, arroz con leche o con coco, platos preparados con tortuga y con iguana. Se acostumbra tomar agua de coco.
La Quema de Judas, celebrada el Domingo de Resurrección, consiste en quemar un muñeco, vestido con ropa vieja. A éste se le da un nombre de alguna figura política que afecta la vida cotidiana. Antes de quemarlo, entre chanzas y risas se lee el testamento.
El Sábado Santo o Sábado de Gloria, a medianoche se hace el acto de la bendición del agua y el fuego y el Domingo de Resurrección la bendición del mar.
Disfrute su Semana Santa en sana paz.
Por Gliceria Gil