A donde sea que mires, ves huevos. Diminutos, enormes, de chocolate negro, de gelatina… Y tu pancita ya está comenzando a rugir. Tu voluntad se está derritiendo… Pero, ¡espera! Antes de zambullirte al chocolatoso disfrute, te recomiendo que veles por tu salud y leas los siguientes consejos.
#1 Toma la mejor decisión
La variedad de chocolates es cada vez más amplia; aun así, el mejor sigue siendo el más antiguo: el amargo. Así que estas Pascuas deja atrás al chocolate con leche y al blanco, y dedícate a disfrutar el chocolate en su versión más pura. Este te ayudará a regular tu presión arterial, elevar tus niveles de colesterol bueno, favorecer la circulación sanguínea y, por sobre todo, potenciar tu buen humor.
Si quieres continuar ahondando en los beneficios de este chocolate:
#2 ¡Entrégate al placer!
Y por esto no me refiero a que comas toneladas de chocolate a la velocidad de un rayo. En realidad, te estoy sugiriendo que hagas justamente lo contrario. ¡Ríndete a tus sentidos! Sé consciente del manjar que tienes entre tus manos: deja que la intensidad de su color te seduzca, disfruta de su aroma y, cuando te lo lleves a la boca, saboréalo.
#3 Acompáñalo con té
No hay nada como un buen té para favorecer el proceso digestivo e impedir que el chocolate amargue tus Pascuas. Las mejores infusiones para este propósito son el té de jengibre, de manzanilla o de menta. ¡Elige el que más te guste!
#4 Y si te pasaste…
¿Estos consejos llegan demasiado tarde? Si sucumbiste a la glotonería y ahora tu estómago te está pasando la cuenta, es fundamental que escuches a tu organismo. En este sentido, y para acelerar tu recuperación, deberás distanciarte del chocolate hasta que te sientas mejor. También, es recomendable que alivianes tu alimentación (¡evita las comidas grasosas!). Y si ante estas medidas no notas ningún progreso, consulta a tu médico.
Lleva a la práctica estos consejos. Con ellos, podrás disfrutar del chocolate sin sacrificar tu bienestar. Pero, por sobre todo, descubrirás que el valor de las Pascuas va mucho más allá del paladar.
Fuente [Imujer.com]