El gobierno griego “se plantea pedir una extensión” de la financiación europea, “distinguiéndolo claramente del memorándum”, el programa de ayuda a Grecia impuesto desde 2010, que implica durísimas medidas de austeridad, indicó ayer por la noche una fuente gubernamental griega.
Grecia “se plantea pedir una extensión del préstamo europeo, distinguiéndolo claramente del memorándum” firmado por el anterior gobierno conservador griego con la Unión Europea (UE), según esta fuente.
Esta breve declaración tuvo lugar 24 horas después del ultimátum impuesto a Atenas desde la Zona Euro, exigiendo al gobierno de Alexis Tsipras que pida la extensión de ese programa de aquí al viernes.
Según la televisión pública Nerit, Grecia “escribirá una carta el miércoles (por hoy) a Jeroen Dijsselbloem, el jefe de la Zona Euro, para pedir una extensión de seis meses del acuerdo de financiación, que podrá tomar la forma de un programa intermedio”.
Esta cadena y otros medios griegos afirman que “las autoridades griegas se comprometerían durante ese período a abstenerse de cualquier acción unilateral y colaborarían con sus socios europeos e internacionales” para sanear su economía.
Las negociaciones para encontrar una salida a la crisis acabaron de forma agria ayer, con ambas partes reafirmándose en su postura: Bruselas, mantenía la presión para que Grecia acepte la prórroga de su programa de rescate financiero antes de que termine la semana y Atenas rechazaba someterse al “chantaje” de sus socios europeos.
El gobierno de izquierda radical Syriza se comprometió a terminar con las medidas de austeridad, que a su juicio han provocado una “crisis humanitaria” en el país, y no ayudan a relanzar la economía griega. A modo de respuesta a la fecha límite impuesta por Bruselas, Tsipras anunció que el viernes votaría las primeras medidas sociales, contrarias al espíritu del programa de rescate.
La Zona Euro insiste en que Atenas acepte una extensión de su programa actual de rescate, por el que recibió desde 2010 unos 240.000 millones de euros a cambio de drásticas reformas, algunas de las cuales deben aún completarse, antes de comenzar una discusión sobre la “flexibilidad” que pueda obtener Grecia en las condiciones actuales.
Pero el nuevo gobierno griego quiere poner fin a las políticas de austeridad impuestas por sus acreedores, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y apegarse a su programa electoral.
En lo concreto, el gobierno griego quiere “enmendar el actual programa y un período de transición de seis meses”, es decir, un puente financiero para mantenerse a flote, acompañado de reformas propuestas por el gobierno y no impuestas por sus acreedores, dejando de lado las que son consideradas como más antisociales.
Por su parte, los mercados bursátiles europeos bajaron el lunes en momentos que los inversionistas muestran escepticismo de que Grecia y sus acreedores europeos lleguen pronto a un acuerdo para solucionar los problemas de la deuda de Atenas. Sin embargo, las acciones asiáticas cerraron al alza después de que Japón anunciara que finalmente salió de la recesión.
Fuente [Losandes.com.ar]