Enero es el mes de hacer dietas y desintoxicarse, pero los estudios muestran que sólo un 8% de las personas cumple sus propósitos. Comiste, bebiste y lo disfrutaste, pero ahora llegó la hora de enfrentar la realidad y ver qué hacer para desintoxicarte. Con estos fines, cada año muchos se refugian en dietas relámpago, pero con tantos consejos pseudocientíficos en los medios, es difícil saber en qué creer.
Por eso, hemos filtrado la evidencia para ayudarte a encontrar maneras probadas de recuperar la forma con la menor agonía posible.
Considera abstenerte
Aunque la idea de abstenerse de alcohol en enero se ha convertido en una costumbre regular para muchos bebedores, no hay mucha evidencia de que tenga beneficios a largo plazo.
Sin embargo, una investigación de la revista británica New Scientist ha dado algunas pistas interesantes al respecto.
En un estudio conjunto con la Escuela de Medicina de la universidad británica University College London, 10 periodistas de la revista se abstuvieron de tomar alcohol por un mes.
Todos registraron un 15% de reducción de grasa en el hígado, que causa una serie de enfermedades hepáticas, además de una reducción del nivel de colesterol y de glucosa en la sangre.
La evidencia es preliminar, y el profesor Rajiv Jalan, de la universidad londinense, enfatiza que abstenerse en enero no puede compensar por 11 meses de excesos.
Pese a eso, una investigación de la Universidad de Sussex encontró que abstenerse el primer mes del año también ayudó a reducir los niveles de consumo en los meses restantes en una muestra de estudiantes. La investigación fue financiada por la organización de beneficencia Alcohol Concern o Preocupación por el Alcohol.
No te dejes engañar con los superalimentos
Lo mejor es seguir una dieta basada en frutas, vegetales, pescados y carbohidratos no procesados.
Para Beyoncé es una dieta de jugo de limón, pimienta roja y savia; para otros es quinoa, té de raíces de diente de león, mora azul y algas.
Para muchos, estos superalimentos tienen el potencial de vaciar el cuerpo de sustancias químicas dañinas y mejorar la condición de la piel y del pelo, y lograr una cintura más adelgazada.
En realidad, los estudios científicos aún no dan pruebas convincentes de que ninguna de estas dietas «detox» o de desintoxicación puedan eliminar contaminantes en el cuerpo, según un amplio análisis publicado el mes pasado.
Incluso los supuestos beneficios de los antioxidantes, que por mucho tiempo se pensaba que prevenían el cáncer, están en duda.
Si buscas perder peso y tener una vida más larga y saludable, la mejor opción sigue siendo una dieta balanceada y moderada, rica en frutas, vegetales, pescados y carbohidratos no procesados.
Gana músculo
Mezclar aeróbicos con ejercicios para fortalecer los músculos es una de las mejores opciones para ejercitarse.
Aunque la fisicultura puede parecer un asunto de gente obcecada con el gimnasio, levantar peso debe ser parte de la rutina de ejercicios de todos.
Esto se debe a que músculos más saludables ayudan a reducir problemas como la resistencia a la insulina, que causa diabetes y enfermedades cardíacas.
Eso se aplica no importa cuál sea tu peso. Los obesos que realizan ejercicios para fortalecer los músculos tienen el mismo riesgo de ataques cardíacos que gente más saludable.
Los ejercicios para fortalecer los músculos ayudan también a bajar la presión sanguínea y se piensa que son particularmente beneficiosos para las personas mayores, que pierden masa corporal más rápidamente.
Mezclar aeróbicos con ejercicios para fortalecer los músculos es la forma más eficiente de controlar el peso y proteger el corazón.
No te sientes tanto
Pasar mucho tiempo sentado lleva a una menor expectativa de vida, según dicen los científicos.
Aún cuando te ejercites regularmente, no permitas que la satisfacción de haber hecho tu rutina te lleve a la complacencia.
Un estudio encontró que la mitad de las mujeres que se ejercitan en realidad ganan peso, quizás porque sienten que hacer ejercicios les da licencia para mantenerse menos activas después de la rutina.
El hecho es que los ejercicios regulares, aunque buenos, no pueden por sí solos contrarrestar los efectos adversos de una vida sedentaria.
Sentarse por períodos largos, en vez de, por ejemplo, entretenerse haciendo cosas en el jardín, permite que se acumule glucosa y grasa en la sangre, y genera picos en la generación de insulina.
Y todo esto puede contribuir a problemas de largo plazo con el metabolismo.
Las consecuencias dan mucho qué pensar: un estudio sugiere que después de los 25 años, cada hora mirando televisión le cuesta a una persona 22 minutos de vida. Con esto, su expectativa de vida se reduce en cinco años, aún si la persona se ejercita con cierta regularidad.
Actividades como leer, escribir o los juegos de video tienen el mismo efecto.
Una solución es adoptar pasatiempos más activos y si pasas mucho tiempo trabajando en un escritorio, puedes contrarrestar los efecto parándote y haciendo una corta caminada cada veinte minutos o algo así, para limitar los potenciales daños de largo plazo.
No seas puritano
Los expertos dicen que hay que permitirse ciertas indulgencias, porque la culpa puede llevar a que comamos más.
De alguna forma, nuestras resoluciones de principios de años constituyen un triunfo de la esperanza sobre la experiencia: sólo 8% de las personas cumplen sus propósitos.
Quizás es porque somos demasiado ambiciosos y nos juzgamos muy duramente cuando no logramos cumplir con esos estándares tan altos.
Los psicólogos señalan que la culpa puede tener un impacto en nuestra conducta y lleva a más tentaciones y a boicotear nuestras propias metas.
Mientras tanto, si disfrutas de la ocasional indulgencia, eso puede ayudarte a recargar tu capacidad de autocontrol.
De manera que aunque tengas intenciones de someterte a una rigurosa abstinencia, asegúrate de dejar espacio también para un poco de vicio.
Fuente [Bbc.co.uk]