Arius herzbergii conocido también como “bagre guatero”, es un pez que no tiene valor comercial en Venezuela, pero es relevante estudiar cómo reacciona al ser parasitado por Caligus sp., porque permite conocer los factores que pudieran ser de importancia patológica para otros peces de mayor valor
Los diminutos crustáceos Caligus sp., de la subclase Copepoda, que parasitan al pez “bagre guatero”, Arius herzbergii, que habita en la laguna Las Marites de la isla de Margarita, tienen preferencia por los ejemplares del sexo femenino de mayor talla, según un estudio realizado por Deborah Dezón y José Luis Fuentes Zambrano, del Centro Regional de Investigaciones Ambientales (CRIA) del Núcleo de Nueva Esparta de la Universidad de Oriente.
Usualmente, a medida que el pez aumenta de talla está en mejor disposición de defenderse contra los parásitos que lo atacan; sin embargo, mientras más grande es la talla del “bagre guatero” mayor es el número de parásitos Caligus sp. que lo parasitan, informa Fuentes Zambrano.
También dice que se observó un efecto entre el sexo del bagre y la intensidad parasitaria de Caligus sp., lo cual se evidenció en el hecho de que 27,87% de los ejemplares machos de Arius herzbergii resultaron positivos a la presencia del parásito, en contraste con 52,46% de las hembras.
Tal relación estaría “sustentada en el papel semioquímico en el ciclo biológico de los copépodos; es decir, de los compuestos que estarían presentes en las áreas del pez en donde el ectoparásito se alimenta (mucus, piel y carne) y que de acuerdo con la literatura son consideradas como atractantes o fago estimulantes”, explica el científico.
Al suministrar otros detalles del estudio “Patología y relación entre las condiciones en una población silvestre de Arius Herzbergii (Pisces) y la intensidad parasitaria de Caligus sp. (crustácea)”, informa que entre junio y diciembre de 2008 se capturaron en la laguna Las Marites 161 ejemplares del pez “bagre guatero”, los cuales tenían adheridos al tegumento un total de 218 Caligus sp.
“Se observó -explica- un deterioro en extensas zonas de la piel de Arius herzbergii, especialmente cuando la intensidad parasitaria fue elevada (15 parásitos por pez); el tejido epitelial erosionado fue detectable a simple vista, en forma de parches o zonas rojizas hemorrágicas, producto de la lesión mecánica ocasionada por la inserción del estilete preoral del copépodo”.
Agrega que histológicamente se detectó afectación del tejido epitelial del pez a nivel externo e incluso medio, observándose hiperplasia y el desarrollo de células hipertróficas, que alteraron la arquitectura y disposición normal del tejido.
Entretanto, que en las regiones intermedias de la epidermis, adyacentes a las zonas afectadas, se observaron cantidades moderadas de células sacciformes: redondeadas más desarrolladas, de mayor tamaño y con núcleos densos. “Algunos autores señalan que la presencia de este tipo de células en los peces está relacionada con la liberación de sustancias de alarma como parte de la respuesta defensiva”, refiere.
Por otra parte, informa que las formas parasitarias de la subclase Copepoda suelen afectar un amplio rango de peces cultivados y/o silvestres, y que entre los miembros de esta subclase los Caligus sp. son reconocidos como parásitos habituales con una incidencia económica marcada.
Respecto a Arius herzbergii, señala que este pez no tiene importancia económica en Venezuela, mientras que en países como Estados Unidos una las especies que más se cultiva es el “pez gato” (de agua dulce), la cual está emparentada con Arius herzbergii.
Para finalizar, expresa que es muy importante estudiar cómo reacciona Arius herzbergii al ser parasitado por Caligus sp., porque permite conocer los factores que pudieran ser de importancia patológica para otros peces de mayor valor.
[Fuente: Prensa UDO Nueva Esparta]