«¿Hacia dónde va Venezuela?» Por Luis Eduardo Martínez Hidalgo

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Luis_Eduardo_Martínez_La pasada semana, participé como co-ponente en Foro de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, titulado “¿Hacia dónde va Venezuela?” Mi par fue Miguel Salazar, agudo y polémico periodista que todas las semanas agita las aguas del quehacer político desde “Las Verdades de Miguel”.

Advertí, a los centenares de estudiantes presentes, que mi capacidad de pronóstico, por no decir de adivinación, no me permitía afirmar con exactitud hacia donde marchaba el país y que antes de dar opinión sobre la pregunta, motivo del foro, era necesario precisar donde nos encontrábamos. En procura de la objetividad, recurrí a tres fuentes distintas: el Banco Central de Venezuela, organismo gubernamental responsable de la publicación periódica de estadísticas sobre la marcha de la economía y las finanzas, DATANALISIS, a decir de muchos prestigiosa encuestadora y Dagongcredit, agencia china evaluadora de riesgo-país.

Las cifras de BCV, alarman y más cuando se comparan con las de años recientes: en solo 5 meses del 2014 –hasta Mayo- el índice de precios aumentó 21,2 % cuando el del 2013 fue de 45,5 % – de los más altos del mundo-; las reservas internacionales se ubicaban en 20.326 millones de US $, 26,96 % menos que las existentes a la fecha equivalente del año pasado y bastante menos que las 30.239 millones de US $ con que se contaba en el 2010; el último dato del PIB registrado –que mide el volumen de bienes y servicios que se produce en la nación- era de 62,233,885 miles de bolívares sólo 1,35 % más que el del año precedente e inferior al crecimiento porcentual de la población con lo cual se tenía un retroceso real de la economía en un tiempo donde nuestros vecinos –Colombia, Ecuador, Perú, Brasil- experimentaban crecimientos reales y positivos; las exportaciones eran de 66,881 millones de US $, equivalente a 31,29 % menos que el período previo mientras que las exportaciones no petroleras –buenas para inferir la marcha de los sectores privados de la economía- fue 34,10 % menor. Mientras tanto la deuda externa registrada llegó a 110.485 millones de US $, más de 30,000 millones de US $ que la del 2010.

El BCV muestra entonces un país con una inflación galopante, reservas internacionales -nuestra cuenta de ahorros- que caen aceleradamente, una economía que retrocede en su valor real y que se endeuda más y más. Sin querer añadir más leña al fuego, mostré el denominado índice de escasez que el BCV publicó por última vez en Marzo de este año, antes que las colas por el desabastecimiento se convirtieran en parte del paisaje, que fue de 29,4 % más del triple que el del mismo mes del 2011. El BCV reportó que más de 13 productos básicos escaseaban por encima de 50 % -explicado más sencillo, de lo que los consumidores necesitaban solo se conseguía menos de la mitad- mientras que la leche escaseaba en 90,2 %, la azúcar en 90,0 % y la harina precocida en 89,3 %.

De DATANALISIS presenté lo más resaltante de su último reporte: el 80,2 % de los entrevistados consideró que la situación del país es mala o muy mala mientras que el 83,1 % calificó igualmente mala o muy mala la situación económica del país; 32,7 % señaló por igual que los problemas más importantes del país lo son el desabastecimiento y la escasez seguidos del alto costo de la vida; el 52,6 % atribuyó la responsabilidad de lo que pasa al Presidente Maduro y a sus Ministros; el 61,6 % advirtió que no le alcanza lo que gana para cubrir las necesidades de su grupo familiar; el 80,1 % respondió que las medidas para combatir el desabastecimiento son negativas y el 83,1 % opinó igual de las medidas contra la inseguridad; el 60,1 % estuvo en desacuerdo con las medidas económicas anunciadas. Finalmente mencioné que el 80,9 % calificó a la situación política como inestable o muy inestable.

Si bien pude utilizar a Standard & Poor’s, Moody’s o Fitch, reconocidas evaluadoras de riesgo país, para evitar descalificaciones de alguno del auditorio asistente bajo el argumento que son consultoras del imperialismo, me incliné por presentar la opinión de Dagongcredit, agencia del gobierno chino que es hoy el principal socio estratégico del venezolano. ¿Qué afirma Dagongcredit en su reporte de Julio del 2014? Traducido del inglés afirma:

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“Desequilibrios macroeconómicos graves arrastrarán a Venezuela a una recesión en el corto plazo y exacerbará el riesgo de malestar social. El déficit fiscal, las reservas internacionales insuficientes y la presión de la fuerte devaluación de la moneda local contribuyen a una tendencia evidente de disminución de la solvencia de la moneda nacional y del gobierno”.

Por si fuese poco, los “panas” chinos se afincan rebajando -otra vez señalo textualmente de la traducción- “las calificaciones crediticias locales y soberana en moneda extranjera de la República Bolivariana de Venezuela de BB + a BB-, cada uno con una perspectiva negativa.”

Miguel Salazar, que puede decir su verdades distinto a como yo puedo las mías, expresó en su intervención –seguramente no en palabras exactas pero si es el sentido- que no se necesitaba de tantas cifras del BCV, de las encuestadoras –en la que insistió no creía- ni de chinos, para saber de la pelazón por la que pasaba el país.

¿Hacia dónde va Venezuela?

Yo presenté 5 escenarios –Miguel en un ejercicio de Adriana Azzi se inclinó por uno solo- desde, a mi juicio, el menos probable al más: guerra civil; golpe de estado; guarimbeo recurrente; cohabitación y salida electoral, pacífica y constitucional esta última.

Confieso que más bien por mis convicciones que por la información que dispongo, el orden que coloque los escenarios es el de mis apuestas si bien combino como preferibles los dos últimos: es pacífica, constitucional y electoral la mejor salida posible en el marco de la cohabitación donde todos los venezolanos si no nos entendemos por lo menos nos respetemos y aceptemos.

Por Luis Eduardo Martínez Hidalgo

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