La selección española de fútbol se entrenó ayer por primera vez en Brasil, después de llegar al país de madrugada hora española. España está alojada en Curitiba, capital del estado de Paraná en el que murieron 8 personas por las fuertes lluvias que hubo el fin de semana. En la fotografía, Villa, con el balón, hace un gesto a Pepe Reina, a la derecha, ante Diego Costa.
España completó su primer entrenamiento en Curitiba en medio de una gran expectación de la Prensa Internacional y en condiciones climáticas completamente contrarias a las que se encontrará el viernes en Salvador de Bahía, en el debut mundialista contra Holanda. Curitiba recibió a La Roja con lluvia y frío. Agua constante y diez grados de temperatura. En Salvador la esperan entre 30 y 35 grados y un sol de auténtica justicia. En Curitiba trabajan con un césped húmedo y rápido y ante Holanda se lo encontrarán seco y lento. Pero doctores tiene la iglesia. Según los entendidos “es mejor pasar del frío al calor que al revés. Cuanto más tiempo evitemos el desgaste que producen el calor y la humedad, mucho mejor”.
Los técnicos de la Federación eligieron Cajú porque en este Centro Deportivo, a novecientos metros de altitud, las instalaciones son magníficas para entrenarse. Tienen campos de entrenamiento cuidadísimos y un moderno centro médico. En Salvador, al nivel del mar, no van a encontrar unas condiciones ni siquiera parecidas. Pero todos insisten en que, en contra de lo que parece, va a ser lo mejor para La Roja. Ya veremos.
El primer entrenamiento fue intenso. Participaron los veintitrés internacionales. Tras unos ejercicios de presión y tiqui-taca en los que el balón iba como un cohete sobre la hierba húmeda, se pasó al partidillo con el que acaba siempre España. Un espectáculo de fútbol control. Del Bosque mezcló equipos, no se vio nada que apunte a uno titular ante Holanda. Pero eso sí, insistió otra vez con Javi Martínez como central, de pareja de Sergio Ramos, el jugador más en forma.
Fuente [As.com]