En Tiempo Real: «Maduro sin teflón», por @carlosvalero08

Hoy salió a la luz pública la última encuesta de Datanálisis, la cual arroja números muy parecidos al resto de las encuestadoras serias del país, IVAD, Datos, Consultores21, entre otras. Sobre la dimensión de la crisis, 79.5 % considera que el país está mal (no hace falta ser genios para adivinar que el restante 20% forma parte de la élite que medra en torno al PSUV), la percepción negativa en torno al gobierno de Maduro llega al 59,2% y un porcentaje muy elevado lo responsabiliza directamente a él, a sus ministros o a la gente que lo apoya del caos, la muerte y el desabastecimiento que atraviesa el país.

La valentía de @leopoldolopez, combinado con la fuerza de los estudiantes en la calle y el destape dictatorial y criminal del Cabello-madurismo comienzan a materializar una nueva, enorme y sólida mayoría social, que tarde o temprano se transformará en una mayoría política, independientemente de lo que digan o hagan las instituciones rojas.

Por primera vez desde los primeros meses del año 2002, el PSUV se encuentra en una situación de minoría social y política, sosteniendo su poder en la represión, el control institucional y el uso sin límites de la renta petrolera, misma que aún estando el barril por encima de 100$, es insuficiente frente a la voracidad e ineficiencia de una burocracia que nunca estuvo capacitada para manejar la complejidad de un Estado moderno.

El desplome de la popularidad de Maduro, Cabello y la élite decadente del PSUV, es una condición necesaria más no suficiente para que el país logre salir de este bache civilizatorio. Las grandes mayorías que se desapegan del PSUV necesitan una idea política que las cohesione y ponga a trabajar unidas en un proyecto político que logre romper la exclusión pero que tenga capacidad de emocionarlos. Para ser una alternativa real y llegar a tener no el gobierno sino el poder, es indispensable incorporar amplios sectores sociales que hasta ayer apoyaban la tesis del chavismo y hoy se encuentran traicionados por las desviaciones autoritarias, la falta de justicia y la incapacidad de generar un modelo productivo, que si bien se apalanque en el petróleo, desarrolle todo el potencial económico del país, desde el turismo, la manufactura, el comercio y con un énfasis muy claro en la educación y el desarrollo de capacidades científicas y tecnológicas, que a todas luces no se encuentran en Cuba, Corea del Norte, Rusia o los países aliados del pensamiento totalitario.

La oposición debe construir una idea fuerza que logre canalizar el descontento y la frustración, tenemos a la vuelta de año y medio la elección de una nueva asamblea nacional, y antes están pautadas las elecciones en San Diego y San Cristóbal, en las cuales estoy seguro que el PSUV, al margen del control del CNE, saldrá con las tablas en la cabeza.

Me parece conveniente comenzar a trabajar desde ya en una Asamblea con facultades constituyentes o poder para reformar el entramado legal rojo. Una Asamblea con amplia mayoría opositora le demostraría a las FANB que el poder del pueblo dejó de ser del PSUV y permitiría los cambios institucionales que más del 70% del país reclama.

Con calle, organización social, un liderazgo comprometido con un proyecto político que no sea sectario ni conservador y ubicando en cada rincón del país los liderazgos sociales reales, podemos llegar al 2015 con una fuerza imposible de parar. El cabello-Madurismo se equivoca al creer que el pueblo venezolano iba a aceptar la imposición de una neo dictadura de izquierda liderada por personajes cuya conducta raya en posiciones fascistoides de derecha. Ellos creían que con propaganda de Chávez el pueblo pendejo aceptaría todas sus actuaciones, principalmente el autoritarismo militarista, pero definitivamente se equivocan, como ocurre con todos los poderosos que ven el mundo desde arriba. Sin prisa, pero sin pausa, debemos avanzar como uno solo en la materialización de la nueva Venezuela que está naciendo.

Carlos Valero / @carlosvalero08