Al igual que la Super Bowl y que los instantes previos a las campanadas de fin de año en España, la ceremonia de los Oscar supone un evento de extraordinaria importancia para los anunciantes. Los índices de audiencia de la ceremonia, que se retransmite en directo o en diferido en todos los rincones del planeta, multiplican el impacto publicitario de las marcas que se anuncian antes, durante y después de la entrega de premios, ya sea durante las pausas publicitarias o en las fiestas que organizan las marcas asociadas a la industria del cine -que también cubren los medios- una vez se conocen los vencedores y vencidos.
En la edición de este año de los Oscar, los indiscutibles triunfadores a nivel de impacto de marca han sido la cadena de pizzerías Big Mama’s & Papa’s y el gigante tecnológico Samsung. Ambas compañías contaron con la valiosa complicidad de Ellen DeGeneres. La presentadora de la ceremonia incluyó en el guión algunas sorpresas, supuestamente improvisadas, de un valor publicitario difícilmente calculable.
Primero quiso obsequiar a los invitados con unas porciones de sus pizzas preferidas, lo que ha revolucionado el negocio de Big Mama’s & Papa’s. Si aplicaran las tarifas publicitarias de la cadena ABC durante la retransmisión de los Óscar y la pizzería tuviera que pagar por su exposición, el coste de su promoción habría superado los 10 millones de dólares (7,2 millones de euros), según cálculos de TMZ.
Más tarde, DeGeneres protagonizó el momento más comentado de la noche, al menos en las redes sociales: el ‘selfie’ en el que se retrató junto con algunas estrellas de Hollywood como Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Julia Roberts, Kevin Spacey, Brad Pitt o la premiada Lupina Nyong’o.
Lo que tal vez pasó desapercibido para muchos telespectadores, pero no para muchos otros, es que el dispositivo que la presentadora prestó a Bradley Cooper, que fue quien hizo la fotografía, era un Galaxy Note 3 de Samsung. Según The Wall Street Journal, no fue una casualidad. Samsung negoció con la ABC, la cadena norteamericana que tiene los derechos de retransmisión de los Oscar (cuya emisión patrocinaba el fabricante de tecnología coreano) que su ‘phablet’ estrella estuviese integrado en el espectáculo.
El «momentazo» del’ selfie’ no fue el único instante en el que se pudo ver el Galaxy Note 3. DeGeneres también se retrató con Liza Minelli con el mismo ‘phablet’, y tuvo el dispositivo en sus manos más de una vez durante sus intervenciones. Asisismo, durante la previa de la emisión oficial de la gala se vieron ‘smartphones’ de Samsung en los contenidos editados por la cadena ABC y en algún momento de la cobertura del desfile de los invitados por la alfombra roja.
Esta técnica de marketing, conocida como ‘product placement’, forma parte de las estrategias de los anunciantes en televisión desde hace muchos años, pero cada vez está más extendida porque los expertos entienden que tiene más valor que la publicidad que se emite durante las pausas de un evento televisado.
Además de Samsung y Big Mama’s & Papa’s ubo un tercer triunfador en la noche de los Oscar: Coca-Cola. El logo de la marca de bebidas se pudo ver en el lateral de las cajas de las pizzas que DeGeneres respartió entre Brad Pitt, Jared Leto y otras ‘celebrities’.
No es de extrañar que el el armenio Ararat Agakhayan, propietario de la cadena de pizzerías, busque ahora una compensación por parte de su ‘partner’: «Vamos a intentar asociarnos con Coca Cola y convertirnos en la pizza oficial de los Óscar», adelantó el empresario.
[Fuente: diariouno.com.ar]