Estas semanas han sido intensas, las más agitadas después de mucho tiempo en este país. Lo que empezó como una protesta en una entidad, de repente se multiplicó en diferentes ciudades y ha logrado agrupar a más sectores relevantes que también aboga por un cambio.
Es notorio como los estudiantes siguen tomando la batuta y demuestran en cada concentración, esa valentía que siempre ha ayudado a marcar la historia de los países. Aunque ya se cuentan más de 15 días y aún esperamos una reacción sincera del gobierno, es mucho lo que se ha logrado.
Las únicas manchas que tienen estos hechos son las muertes que se generaron por una represión que ya no es sólo repudiada por nosotros sino también por quienes nos miran. Estos jóvenes que dieron su vida sin quererlo no serán olvidados ni por nosotros y ni por aquellos que han evidenciado el trato inhumano que se le ha dado a la manifestación juvenil, porque si algo debemos aplaudir es que después de tanto tiempo solos, ahora tenemos compañía.
Es increíble cómo líderes políticos, gobiernos, deportistas y hasta artistas se hayan tomado el tiempo de voltear y observar lo que aquí está pasando y no se hayan conformado sólo con mirar los toros desde la barrera y se hayan pronunciado contundentemente en rechazo a lo que ocurre.
El gobierno está “indignado” por las voces que no esperaba. Pareciera que se había acostumbrado a actuar sin ser juzgado y ahora lo que ha hecho no ha pasado desapercibido y no sabe qué hacer. En este país lo que se quiere es un cambio en las medidas que se están tomando. No estamos viviendo mejor y así no podemos seguir.
Vivimos a diario con la incertidumbre de no saber qué pasará ni qué se anunciará y ya basta de estar en esto. Aquí se pretende criminalizar la protesta, en lugar de ofrecer un diálogo verdadero, no el televisado para la pantalla masiva.
Estamos cansados de estos supuestos planes pacíficos y llamados, mientras se detiene y se persigue a las caras más visibles de la oposición. Es lamentable que en medio de tantas protestas se hayan perdido vidas y el gobierno siga haciéndose la vista gorda queriendo dar la imagen de que “aquí no pasa nada” y se las haya ingeniado para generar todas las distracciones que su poder le permite.
No se puede hablar de paz en cadena, mientras en la calle se reprime a la voz disidente. Por eso debemos tener claro que no estamos solos y que cada paso que da el gobierno, por más que quiera ocultarlo, sale a la luz pública no sólo en nuestro país sino también en otras naciones.
El mensaje que estamos enviando está llegando lejos, cada vez más lejos y eso es un triunfo después de tanto olvido. Ahora incorporemos a los sectores populares golpeados hace rato y hoy más que nunca por la mala calidad de vida. Ahora debemos ir por nuestra gente más necesitada de cambio. Lleguemos hasta aquellos que aún no se suman y hagámosle comprender que ellos, tampoco están solos.
Astrid Silvestri / @Astrid79