Uno de los posibles orígenes de la costumbre de entrechocar las copas se remonta a la antigua Roma, cuando una de las formas más usuales de matar a los enemigos era envenenar su bebida.
Para probar que lo que se iba a tomar era inocuo, era costumbre entrechocar vigorosamente las copas, de forma que parte del contenido de una pasara a la otra, por lo que ambas personas beberían lo mismo.
Cuando el envenenamiento cayó en desuso, el chocar las copas quedó como recuerdo de ese ritual.
[Fuente: abc.es]