Intensidad, pasión y satisfacción física son algunos de los conceptos que se relacionan con el encuentro íntimo; pero, en ocasiones éstos pueden no estar presentes, no sólo por factores externos como el estrés, incluso la personalidad podría influir en el deseo sexual.
De acuerdo a un estudio publicado por la revista Medicina Sexual, a través de una encuesta realizada a 50 mujeres, se descubrió que quienes eran más extrovertidos tenían una vida sexual más funcional que las que eran tímidas.
¡No todo está perdido!
Pero existe otro rasgo de personalidad que hay que tener en cuenta: el neuroticismo o la emotividad. Es una dimensión que hace que los sujetos que la padecen demuestren mayor vulnerabilidad a la emoción y ansiedad aguda o crónica, sobre todo si son sometidos a presión ambiental o a circunstancias que ellos consideran de estrés aunque objetivamente no lo sean.
Los individuos poseedores de este factor es más probable que padezcan disfunciones sexuales, siendo más frecuentes en ellos los sentimientos de culpa y las preocupaciones sobre el sexo.
Pero no te preocupes, eso no significa necesariamente que su vida sexual está condenado si eres una persona introvertida. El estudio también determinaron que lidiar con la disfunción sexual a través de mecanismos de afrontamiento positivas como el apoyo emocional se asoció con un mejor orgasmo y la satisfacción sexual.
Otra opción para aumentar el deseo sexual puede ser a través de la risa. De acuerdo a un estudio de la Universidad de McMaster, una risa como parte del acto íntimo puede incrementar el placer.
[Fuente: salud180.com]