“Habría yo preferido la pérdida de dos batallas a la muerte de Anzoátegui. ¡Qué soldado ha perdido el Ejército y qué hombre la República”. Son estas las palabras que se le atribuyen al Libertador Simón Bolívar al haberse enterado de la muerte de uno de sus Edecanes y de los más valiosos hombres que han formado parte del ejército venezolano.
No se puede dudar de la valentía de aquel hijo de José Antonio Anzoátegui y Juana Petronila Hernández, nacido en Barcelona el 14 de Noviembre de 1.789 quien desde muy joven dio muestras de coraje cuando lideraba a los adolescentes de su época, del barrio El Arroyo, para ir en contra de los representantes del barrio El Palotal, encuentros en los cuales salía siempre airoso. José Antonio Anzoátegui Hernández fue uno de los más importantes oficiales del Ejército venezolano en la Guerra de Independencia y Jefe de la Guardia de Honor de Simón Bolívar.
Aunque solo vivió 30 años su trayectoria independentista fue muy intensa. Desde 1810 se mostró decidido partidario de la causa emancipadora, incorporándose a la actividad independentista como militar y miembro de la Sociedad Patriótica. Peleó en numerosas batallas, entre ellas la campaña de Guayana, en la Batalla de Araure y la de Carabobo.
En 1.815 acompañó al Libertador, del cual desde entonces fue compañero inseparable, en la emigración a Nueva Granada. Interviene en las Expediciones de los Cayos y en la toma de Angostura, además se distinguió en los combates de Mosquiteros, San Mateo, Boca Chica, El Sombrero, Ortiz, Cojedes y La Puerta.
Intentó ayudar a las fuerzas de Francisco de Miranda, no teniendo éxito fue enviado preso a las bóvedas de La Guaira. En 1.813 ya había adquirido el rango de Capitán y en 1.816 fue ascendido a Teniente Coronel momento en el cual Bolívar lo nombró comandante de la Guardia de Honor. Su grado de general lo recibió el 13 de octubre de 1818, en Angostura.
Combatió bajo las órdenes del General José Antonio Páez en la batalla de Cojedes contra el Mariscal Miguel de la Torre. Su ascenso a General de División lo recibió después de la batalla de Boyacá. La muerte lo sorprendió tempranamente dejando sin ejecutar otras operaciones que Simón Bolívar había planificado y confiado a él.
Algunos llegaron a decir que había sido envenenado cuando el 15 de noviembre de 1.819 falleciera de lo que el doctor diagnosticó como una fiebre mortal.
Como todo ser humano, el amor tocó a su puerta y muy joven se casó con Doña Teresa Arguíndegui con quien tuvo dos hijas llamadas Juana y Calixta.
En 1.909 al Estado de Barcelona se le cambió el nombre por el de Estado Anzoátegui, en homenaje a este gran héroe venezolano quien diera la vida por la libertad de su patria.
Hombres de coraje, íntegros y valiosos como José Antonio Anzoátegui son los que nuestro país está necesitando en los actuales momentos para sacarlo de este marasmo que nos aniquila y no nos permite avanzar hacia un futuro promisor, libre de todos los invasores que pretenden, a fuerza de engaños y órdenes mal dadas, llevarnos por un despeñadero del cual será muy difícil retornar a corto plazo
@glimargica / Gliceria Gil