Este fin de semana el presidente de la república, Nicolás Maduro, le volvió a declarar pelea a “la guerra económica de la burguesía parasitaria” por la especulación por parte de los comerciantes de electrodomésticos, y mandó al pueblo en cadena nacional a –palabras más palabras menos- dejar vacío hasta el último anaquel.
Acto seguido el día sábado se registró el hecho que está en la boca de todos, cuando un grupo de ciudadanos saqueó a la tienda “Daka” de electrodomésticos de Valencia. Por su puesto las FANB intervinieron en el asunto e impusieron el orden, claro no sin antes llevarse su particular regalo de niño Jesús. Los videos se convirtieron virales en cuestiones de segundos.
Con el anuncio de Maduro de los nuevos precios, diferentes centros comerciales fueron abarrotados en su totalidad por compradores de electrodomésticos a “precios justos”, Por su parte, los empleados y gerentes-¿por qué no los dueños?- de estos establecimientos fueron aprehendidos por los distintos cuerpos de seguridad.
Lamentable fue lo ocurrido ya que eclipsó de lleno un hecho que si valía la pena mencionar, me refiero a la marcha de los “autoconvocados”, una propuesta que si se llega a engranar de manera correcta puede causar verdaderos estragos para el régimen. El pueblo disidente cansado de la apatía de sus dirigentes decidió por su propia cuenta protestar y salir a la calle, un hecho admirable en estos nuevos tiempos de saqueo.
Esta nueva “batalla de la guerra económica”, hace recordar en menor medida a un suceso que ocurrió durante la Alemania Nazi de Hitler, y como la historia se repite esto ocurrió los días 9 y 10 de 1938 y fue llamado como la “Kristallnacht” o Noche de cristales rotos, fue una serie de ataques combinados ocurridos durante la noche llevado a cabo por las tropas de asalto de las SA conjuntamente con la población civil, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir.
¿Eso suena algo parecido no?, está claro que el gobierno está valiéndose de la falta de conocimiento de la población sobre las políticas cambiarias y lo difícil que es para un empresario o comerciante conseguir divisas para adquirir productos para sumar para su inventario.
El gobierno de Maduro no tiene suficiente plata para regalarle al pueblo electrodomésticos, como lo hacía en otrora el presidente Chávez, por ello se ven en la obligación de decir las correctas palabras a unos ciudadanos ya en tensión constante y con el mensaje correcto son capaces de hacer lo que todos vimos este fin de semana.
Como extra es de destacar las reacciones de algunos ciudadanos que se encontraban en las inmediaciones del Daka e intentaron como pudieron disuadir a sus compatriotas a devolver los artículos robados, eso denota que no todo está perdido en Venezuela.
Pedro Arasa / @Pedroarasa