El sexo está de moda desde hace mucho tiempo. Vemos imágenes de alto voltaje en revistas de todo tipo, en Internet e incluso en horarios protegidos para los menores en la televisión. El sexo parece estar por todos lados, hablando sobre él y lo consumimos, ¿pero sabemos cómo hacerlo realmente bien? A juzgar por la proliferación de escuelas eróticas, la respuesta es negativa.
Tanto en Rusia como en Buenos Aires, las escuelas de sexo ya son moneda corriente. En Rusia, por ejemplo, la psicóloga y sexóloga Yekaterina Lyubimov creó Seks, una escuela cuyas asignaturas incluyen: sexo anal con placer, orgasmo masculino, sexo oral, cómo ser una garganta profunda con éxito, las 100 mejores técnicas del sexo o sexo tailandés, donde las alumnas aprenden a controlar los músculos de sus vaginas para que éstas estén más apretadas y haya más placer en la penetración, según describe El País.
Buenos Aires también cuenta con su propia escuela de sexo. Hace ocho años, la especialista en juegos eróticos Paola Kullock, tuvo la idea de dar clases a aquellas personas que quisieran perfeccionar su técnica bajo las sábanas. Ella comenzó como masajista para hombres, luego ayudó a parejas que querían iniciarse en las prácticas swinger y PK Escuela de Sexo nace cuando Paola aprendió striptease y quiso compartirlo con otras. Su principal lema es: «La vida es corta, no se queden con las ganas de hacer cosas».
«Hace ocho años que tengo la escuela de sexo. En las despedidas de soltera doy clases y explico muchos detalles usando gestos con las manos, pero sin juguetes. A las mujeres que vienen a clases particulares les enseño a hacer sexo oral o a acariciar con un juguete que se adapte al tamaño que ellas tienen en casa. Veo lo que mis alumnas hacen y desde ahí corrijo o agrego», explica Paola Kullock.
Aprender a hacer buen sexo oral es una de las cosas que las mujeres más le piden a Kullock. «Siempre digo que hay dos claves para ser buena: el entusiasmo y la respiración. Es fundamental inhalar y exhalar cuando lo estamos haciendo. Además, una mano bien usada multiplica el placer. También hay que aprender a acariciar los testículos, la zona anal y el pene».
«Se supone que tener sexo es algo natural, pero no es así. Una buena comparación para entender este punto es el siguiente: cocinar es algo que todos hacemos, pero existen personas que antes de cocinar buscan la receta, la estudian, le prestan atención a los ingredientes. Con el sexo pasa lo mismo. No enseño nada nuevo porque ya está todo inventado, lo que hago es ponerte a pensar en sexo, muchos no piensan en sexo porque no tienen tiempo», cuenta Kullock.
Los hombres también tienen mucho que aprender de la experiencia de Paola. «Siempre le digo a los hombres que para llevarnos a la cama a la noche, nos tienen que hacer el amor durante el día. Les enseño algo muy simple: les digo que durante el día, agarren a su mujer de la cintura, la mano en la cabeza y que la besen como en las novelas. Esa noche, es seguro que ese hombre tendrá sexo. Hay muchas cosas que se pierden con el tiempo, el beso en la boca es una de ellas. Y tenernos contentas a nosotras es fácil: escucharnos y poner más atención equivale a buen sexo».
«Muchos hombres se equivocan demasiado: no saben acariciarnos, se equivocan mucho en el juego previo y otros pecan de rutinarios. El error más grave que se puede cometer es suponer que todas somos iguales. Las mujeres somos todas distintas y nos gustan diferentes cosas. Ojo, las mujeres también cometemos este error. Cuando te acuestas con alguien por primera vez, te estás acostando con todas sus parejas anteriores. Vas a hacer las cosas que sabes te salen mejor. Pero hay que aprender a ver al otro como un ser independiente, con gustos propios. El secreto para el buen sexo es hablarlo y preguntar qué le gusta al otro. También hay que expresar los gustos personales», explica.
[Fuente: derf.com.ar]