Cuando vacacionamos en carpa, cuando disfrutamos de un picnic al aire libre o cuando tomamos paseos y caminatas puertas para afuera, debemos prestar atención a las señales de picaduras y mordidas de insectos. En especial cuando estás lejos de casa: no debes subestimar una picadura, pues podría tratarse de un insecto o animalejo al cual no estás habituado.
Alacranes o escorpiones
Cuando hablamos de alacranes o de escorpiones por lo general imaginamos al Rey de los escorpiones, de unos 15 centímetros de largo y sin contar el tamaño y densidad de su cola y aguijón, vagando por el desierto en toda clase de países remotos y lejos de nuestras vidas. Pero lo cierto es que casi en cualquier país hay, al menos, alguna variedad de alacrán o de escorpión, y se trata de pequeñas representaciones de nuestro imaginario, a veces sin superar los 2 centímetros de largo, dificultando su detección.
Son seres nocturnos, que suelen atacar pieles desprevenidas y desprovistas de protección, mayormente como método de defensa en lugar de ataque. Son escurridizos y muy poco sociables, prefieren evitar a la raza humana como primera medida, aunque a veces quedan atrapados en sitios y expuestos a enfrentamientos -para ellos- mortales.
Señales de una picadura de escorpión
La picadura de escorpión o de alacrán tiene diferentes grados de intensidad, dependiendo de la expansión del veneno por la sangre, del tamaño del alacrán, y del tiempo transcurrido desde el momento del ataque.
Las señales habituales incluyen: enrojecimiento e inflamación de la zona de la picadura, adormecimiento de la lengua, aumento de la salivación, calambres musculares, distensión gástrica; y en casos más graves puede manifestarse necrosis de la zona afectada, decoloración de la piel, convulsiones, shock y hasta paro cardíaco y cardiorespiratorio.
Qué hacer ante una picadura de alacrán
Debido a los hábitos nocturnos de alacranes y escorpiones, muchos ataques ocurren durante la noche, cuando la persona está durmiendo. En cuanto se determine la picadura (o la persona la note) se debe lavar la zona sin ejercer presión, simplemente dejando correr agua fría sobre la parte afectada, pudiendo incluirse un desinfectante, sin frotar ni presionar.
Es útil aplicar compresas frías, como hielo molido dentro de una bolsa plástica (si no tienes hielo, toma barro de debajo de un curso de agua para que esté bien frío), pues el frío evita que el veneno se expanda con facilidad. Nuevamente, no hagas presión, pues podría resultar doloroso. Al aplicar las compresas frías no las tomes con las manos directamente, para no aportarles calor.
Finalmente, atiende la herida si fuera posible, y lleva a la persona afectada al centro asistencial. Si logras hallar al alacrán o escorpión, tómalo con cuidado dentro de un vaso, frasco o algún contenedor profundo (para que no se escape) y llévalo contigo, para que lo analicen en el centro asistencial de salud.