Las campañas electorales son procesos muy complejos, y más si la miramos desde la óptica comunicacional, todos los detalles son de vital transcendencia para alcanzar el objetivo, desde la vestimenta del candidato, pasando por el mensaje adecuado a los públicos correctos, manejo de los medios de comunicación, hasta la interacción entre el líder y los distintos grupos de interés (tema de este artículo), son pasos esenciales que se deben cuidar.
Los públicos, en determinado universo electoral, los conforman distintos grupos de interés organizados o no, en ocasiones una campaña rápida concentrada en los grupos sociales es muy efectiva debido a la capacidad de multiplicación del mensaje además de la construcción de un vínculo afectivo entre el dirigente y el público seleccionado.
La sociedad está constituida por la sumatoria de los grupos y estos a su vez están subdivididos, por ejemplos los deportistas están fragmentados en el número de disciplinas que existen activas en el universo escogido, las mujeres se dividen en madres, madres solteras, jóvenes emprendedoras, profesionales, entre muchas más, a su vez los trabajadores y así sucesivamente en cada uno de los grupos humanos que se seleccione.
Cuando un candidato comienza a involucrar a determinados sectores de la vida pública en su discurso y lo hace partícipe de planes puntuales en la propuesta de gobierno, éstos se sentirán incluidos por el aspirante, se motivarán a defender sus ideas por el sencillo hecho que también estarán defendiendo sus intereses como grupo.
Para lograr el acercamiento del candidato a los diferentes núcleos sociales se deben estructurar alusiones breves pero contundentes que se dirijan a cautivar estos segmentos de la Opinión Pública, sin necesidad de impregnar el discurso a referencias extensas hacia ellos porque esto afectaría el concepto global del mensaje de campaña.
Si el líder alcanza el objetivo de cautivar grupos determinados con sus mensajes y propuestas, la segunda fase consiste en reunirse con ellos, tomarlos en cuanta en la profundización o revisión de los planteamientos de gobierno y después inmiscuirlos en otras facetas de la campaña.
Logrando alcanzar la cohesión de un grupo importante de factores sociales dentro del comando de campaña el proceso de difusión del mensaje (desde el punto de vista del boca a boca) se extenderá rápidamente y con un ingrediente importante la credibilidad que nace de un ciudadano más, de un votante más que defenderá como buena y como suya tus ideas y programas.
Los grandes medios de comunicación nos abren la puerta para que estos grupos se sientan identificados por y con el líder, pero será el contacto directo el punto de apoyo para que esta táctica funcione y se logre la manipulación de factores puntuales de la sociedad.
Fuente:
José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano