De extremo a extremo: “¿Nuestra apariencia está por encima de nuestros conocimientos?”, por @Karla_IsabelR

A muchos nos ha pasado alguna vez, sobre todo a los que amamos la lectura, que vemos un libro, y pensamos que es malo sólo porque el título no nos engancha. Bien, quizás lo más importante a la hora de escribir es hacer un título que llame tanto la atención, que amemos el libro sin haberlo comenzado siquiera.

Lo mismo pasa con las personas, tanto si queremos como si no, solemos juzgar a alguien por cómo se ve, por cómo está peinada o vestida, o por cómo se mueve al hablar, si habla con educación o si habla “a lo tuki”, y luego de hacernos una idea de cómo es esa persona por su apariencia es que nos damos cuenta de que quizás nuestra percepción está totalmente alejada de la realidad.

Ahora, si pensamos en buscar empleo, ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente? Sobre todo a las mujeres, pues nada más y nada menos que la gran pregunta “¿Y qué me pongo?”. Claro, porque una de las cosas que más nos estresan, y que más presión ejercen en nosotros, es lo que pensarán de nosotros en la empresa cuando nos vean.

He sido testigo de muchos casos en los que una chica bien vestida, y como dirían mis amigos, “explotada” de buena, es aceptada en un empleo para el que hasta la más nerd de las mujeres postuló. Entonces muchas personas se preguntan “¿Ahí estaban buscando alguien para trabajar, o alguien para ‘meter pinta’?”

Es en ese momento cuando me digo a mi misma, “bueno chica, siempre te esfuerzas por hacer bien tu trabajo, así que ahora puedes esforzarte (un poco más de lo que ya lo hacías) para dar una mejor impresión visual”. Y realmente el esfuerzo no es nada simple, aunque tampoco en vano, porque esto de estar a dieta para no tener cauchitos, o mantener el cabello lo más cuidado  y bonito posible para no vernos despeinadas, es complicado cuando te enfrentas a horarios de trabajo y de clases apretados, tener que preparar el almuerzo, tener la ropa del día siguiente lista, y todas esas cosas que nos toca cuando entramos en esa etapa de adultos y debemos hacer todo por nosotros mismos.

Bueno, sinceramente, a veces pienso que es muy superficial y prejuicioso pensar en contratar a alguien más por su apariencia que pos sus conocimientos o capacidad. Claro, no digo que vas a ir a una entrevista de trabajo vestido como un “recoge latas”, pero a veces es indignante que una chica con unos kilitos de más pero con excelentes capacidades, queda en segundo plano frente a una chica con capacidades medias pero una figura “fitness”.

En fin, como siempre, nos toca adaptarnos a los cambios que la sociedad va estableciendo, así que obviamente debemos tratar de vernos lo mejor posible, a la vez que alimentamos a diario nuestros conocimientos, para lograr crecimiento profesional. Porque, aunque no nos guste, vivimos en un mundo en el que todos dicen “lo que importa es lo de adentro” pero al final siempre la apariencia les hace elegir a unos por encima de otros.

@Karla_IsabelR / Karla Isabel Rodríguez