Un estudio europeo ha analizado la relación entre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de mortalidad sobre 451.151 individuos durante más de 13 años. El trabajo confirma que comer estos alimentos retrasa notablemente la mortalidad, especialmente por enfermedad cardiovascular.
El análisis ha sido dirigido por investigadores de diez países, entre ellos España, en el marco del Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (EPIC). La muestra analizada incluye 25.682 casos de fallecidos (10.438 por cáncer y 5.125 por enfermedad cardiovascular).
Según los resultados, el consumo combinado de frutas y verduras de más de 569 gramos al día reduce el riesgo de mortalidad en un 10% y lo retrasa en 1,12 años con respecto a un consumo inferior a 249 gramos diarios. Además, por cada 200 gramos diarios de incremento en el consumo de frutas y verduras, este riesgo disminuye un 6%.
Como consecuencia de una alimentación rica en frutas y verduras, el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular se reduce un 15%. En relación con la mortalidad por cáncer, no se encontró una reducción estadísticamente significativa del riesgo, si bien será necesario evaluarlo según localizaciones específicas de cáncer, señalan los investigadores.
Al considerar el consumo de frutas por separado, no se observó una reducción significativa del riesgo, mientras que el consumo de verduras sí se asoció por sí solo con un menor riesgo de mortalidad, que incluso fue más importante para las verduras crudas: un consumo elevado implica un 16% de reducción del riesgo de mortalidad.
La reducción del riesgo de mortalidad por el consumo de frutas y verduras fue mayor en los participantes que consumían alcohol (en torno a un 30-40% de reducción del riesgo) y en los obesos (20%). Este efecto positivo, señalan los autores, probablemente sea debido a su alto contenido en antioxidantes, que actúan paliando el estrés oxidativo inducido por el alcohol, el tabaco y la obesidad.
[Fuente: tendencias21.com]