La variedad de posiciones sexuales que se pueden adoptar es infinita; todo depende de la creatividad, gusto, complicidad y confianza que exista entre la pareja, así lo indica el sexólogo Ender Boscán.
Lamentablemente, de acuerdo a una encuesta realizada por los servicios de salud sexual de la Universidad de Columbia, la mayoría sólo utilizamos, a lo mucho, cinco posturas sexuales, dos en promedio por casa encuentro. Sin embargo, ¿qué es lo que motiva o nos impide variar en la alcoba?
Todo tiene solución cuando se habla de placer
No siempre el querer intentar es suficiente motivo para renovar la intimidad de pareja, a veces es necesario reflexionar y buscar la solución a los motivos que te impiden disfrutar de tu sexualidad.
Por ello, te presentamos tres razones que te impiden cambiar de posturas sexuales y lo qué puedes hacer para mejorar esta situación:
1. Miedo a que con una postura distinta sientas dolor. En la mayoría de los casos, en los que no hay un proceso de infección o inflamación, alude a que no hay una buena excitación o preámbulo sexual que genere lubricación.
Solución. Fomenta un mayor contacto erótico. Masajea la vulva con unas gotas de lubricante.
2. Temor a eyacular muy pronto. Existen posiciones que pueden llevar a un hombre al máximo de excitación, aumentan su adrenalina y serotonina.
Solución. Integra al acto sexual caricias al resto del cuerpo, y en cada cambio de postura respira; el control de ésta es básico para el placer de ambos.
3. Miedo a perder la erección o inspiración. Cuando no existe un padecimiento como tal, o sea disfunción eréctil producto de diabetes, hipertensión, y otros, la pérdida de erección es resultante de una desconexión erótica y de un enorme peso dado al pene, de estrés, de angustia de desempeño.
Solución. Puedes apoyarte en un condón que permita una mejor solidez. Existen muchos en el mercado y le ofrecen al pene una mayor firmeza y una textura agradable a la vagina.
Recuerda, todo en la sexualidad está permitido siempre que exista respeto y confianza entre ambos. No lo olvides, el placer se encuentra en sus manos.
[Fuente: salud180.com]