Su fascinación por los tatuajes comenzó cuando solo tenía 9 años. Pero ahora, a sus 33 años, decidió pasar a otro nivel en el campo del arte corporal y obtener un tatuaje en 3D.
Mathew Whelan de Stechford, Birmingham, se ha sometido a un procedimiento que implica el uso de una máquina quirúrgica eléctrica para quemar y cauterizar la piel. Sí leíste bien, para lograrlo tiene que dejar que quemen su piel.
El instrumento utilizado es similar a una pluma, pero utiliza corrientes eléctricas para quemar a través de la carne, causando cicatrices permanentes.
“Sé que suena loco y doloroso, pero conseguir un corte con papel puede hacer daño con mayor intensidad”, dijó Whelan. De hecho, los riesgos son muchos pues su cuerpo podría entrar en shock. Sin embargo, Whelan asegura a Daily Mail haber visto a su médico antes de empezar con su nuevo tatuaje.
Su primer tatuaje se lo hizo a los 16 años, desde entonces ha pasado 300 horas en la silla del tatuador y ha gastado más de 30.000 dólares, tatuando incluso hasta la cornea de uno de sus ojos.
Y con el 80 % de su cuerpo tatuado Whelan ha cambiado legalmente su nombre por el de Su Majestad Real Body Art, Rey de la tinta. Para algunos es sorprendente y para otros nefasto, aunque según él son más las reacciones positivas que las negativas.
[Fuente: planetacurioso.com]