Detroit se declaró en bancarrota este jueves, concretando la mayor quiebra municipal en la historia de Estados Unidos y agudizando la crisis financiera en una ciudad que fue la cuna de la industria automotriz del país.
El gobernador de Michigan, Rick Snyder, dijo que aprobó una solicitud del administrador de emergencia Kevyn Orr para acogerse al capítulo 9 de protección por bancarrota. «Es claro que la emergencia financiera de Detroit no puede ser abordada con éxito sin este pedido y que es la única alternativa razonable que está disponible», destacó.
El gobernador Snyder, un republicano, nombró a Orr en marzo para que abordara el espiral de deuda a largo plazo de la ciudad, que se estima en 18,500 millones de dólares.
El excentro de manufacturas de Estados Unidos ha visto una reducción de su población a 700,000 personas desde el máximo de 1.8 millones de habitantes en 1950. El gobierno de la ciudad ha estado asediado por casos de corrupción en los últimos años.
La reducción de la inversión en servicios como iluminación pública y programas de emergencia ha dejado a Detroit con graves problemas para custodiar las calles.
En junio, Orr presentó una propuesta a los acreedores para ofrecerles un plan de deuda.
Su plan halló resistencia de algunos acreedores, especialmente de dos fondos de pensión de Detroit, que recientemente presentaron demandas en una corte estatal desafiando la autoridad de Snyder para acogerse a la bancarrota.
La Casa Blanca dijo este jueves que el presidente Barack Obama y sus asesores están siguiendo de cerca a la situación en Detroit.
Fuente: Mexico.cnn.com