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Un proyecto de ley que permitiría a los israelíes visitar Estados Unidos sin visa, pero no exige la reciprocidad plena para todos los estadounidenses que deseen viajar al Estado judío, podría poner al Congreso y al gobierno de Barack Obama en un curso de colisión en las próximas semanas.
El ingreso de Israel al Programa de Exención de Visa de Estados Unidos, que incluye a 37 naciones, es el elemento más controversial en un par de amplios proyectos de ley entre ambos países que lidian con todo, desde la mejora a la seguridad cibernética hasta mejorar la cooperación económica. La legisladora Ileana Ros-Lehtinen espera obtener la aprobación de la Cámara de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes antes del receso legislativo de agosto. Una versión de la senadora Barbara Boxer está ganando apoyo en el Senado.
Ambas iniciativas crearían una nueva categoría de aliado —»importante socio estratégico»— y designarían sólo a Israel esta categoría. Además, pediría la inclusión de Israel en una lista de países cuyos ciudadanos pueden visitar Estados Unidos por hasta 90 días sin visado, una vez que se registran electrónicamente antes de abordar un vuelo.
El gobierno y algunos legisladores están preocupados de que la legislación no hace lo suficiente para eliminar la discriminación israelí contra los palestinos y los árabes-estadounidenses que buscan entrar en sus fronteras. También dicen que Israel todavía no cumple con otros requisitos legales para el programa.
El proyecto del Senado, por ejemplo, sólo pediría que el gobierno israelí haga «todos los esfuerzos razonables, sin poner en peligro la seguridad del Estado de Israel, para asegurar que privilegios recíprocos de viaje se extienden a todos los ciudadanos estadounidenses».
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La iniciativa de ley de la cámara baja tiene claro respaldo bipartidista, con más de 300 copatrocinadores. El esfuerzo del Senado ahora tiene 45 copatrocinadores, casi la mayoría. Es probable que el Comité de Relaciones Exteriores del Senado lo analice en septiembre.
Fuente AP