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Pertenecer al convenio de beca estudio que hay entre estudiantes y la Universidad Santa María (USM) es una oportunidad para muchos, aunque también un sacrificio, pues esta absorbe gran parte de su tiempo.
Los alumnos que estudian en universidades privadas son categorizados como “riquillos” por algunos sectores sociales, pero tras esta percepción se ocultan grandes dificultades económicas, pues no todos los estudiantes poseen el capital necesario para costear sus estudios.
Con el objetivo de superarse académicamente los bachilleres emprenden un camino lleno de sacrificios, muchos de ellos por no contar con el dinero necesario para costearse una carrera universitaria deciden optar por una beca, lo cual puede ser un arma de doble filo.
La universidad Santa María le brinda a sus estudiantes distintas becas que le cubren desde un 50% de la matrícula, hasta la totalidad de ella. El más común de estos subsidios es la beca trabajo, que como su nombre lo especifica le otorga trabajos dentro de las instalaciones de la institución a los jóvenes, estos deben mantener un promedio académico igual o mayor a 16 puntos, además de laborar cinco horas diarias durante el periodo académico y en vacaciones.
La USM propone estas becas con la finalidad de ofrecer nuevas y mejores oportunidades de desarrollo competitivo y personal a todos los alumnos que componen la comunidad usemista. Esta casa de estudios ofrece una variedad de ayudas a sus estudiantes como lo son las siguiente becas; excelencia, convenio, deporte, APUSAM, familiar, Trabajo, coral, cultural, teatro y sinfónica.
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Los beneficios de ser becados no abarcan únicamente el aspecto económico sino también en el ámbito social, los becas pueden crear amistades con alumnos de otros cursos y logran el acercamiento con algunos profesores.
Katerine fuentes, estudiante de derecho, comentó que el trabajo es arduo, tienen que cumplir múltiples funciones que se pasean desde facilitar información en Atención al Estudiante hasta realizar trabajo secretarial, “ellos nos pagan el semestre, pero nosotros se lo pagamos con nuestro trabajo,” enfatizó.
Por otra parte, María Gabriela Navarro, quien cursa el X semestre de comunicación social, manifestó que para cumplir con los compromisos de las materias tienen que solicitar por escrito un permiso, “casi no tenemos tiempo para nada, salimos de aquí, sumamente agotados”.
Ser becado es un gran privilegio que no tienen todos los estudiantes, ellos no tienen la preocupación de no tener como pagar la inscripción o las cuotas del semestre, además que el ambiente de trabajo en su casa de estudio fomenta en ellos una cultura de pertenencia hacia la institución y les proporciona la experiencia laboral de un primer empleo.
Fuente: @NoticiasLaU