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El dolor es una experiencia que puede afectarnos a todos en algún momento de la vida, bien sea por un accidente o por padecer alguna enfermedad. Un ejemplo de ello es el dolor neuropático, una condición debilitante que impacta entre 2.8 % y 4.7 %aproximadamente de las personas a nivel mundial. Este es producido por una respuesta anormal o inadecuada del sistema nervioso, debido a una lesión o mal funcionamiento del mismo.
El dolor es una de las principales causas de consulta médica e impacta la calidad de vida de quienes lo padecen. Según su duración se puede clasificar en agudo y crónico, y dependiendo de su causa, podemos diferenciarlo entre neuropático y nociceptivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que una de cada cinco personas padece dolor crónico de moderado a grave, y una de cada tres no puede mantener un modo de vida independiente debido al malestar. De ahí surge la importancia de informar y educar sobre el tema a pacientes, familiares, comunidad médica y medios de comunicación, en el marco del Día Mundial contra el Dolor, que se conmemoró el pasado 18 de octubre.
La Dra. Verónica Liendo, médico internista y reumatólogo, comenta que “el motivo de consulta en un 80% de los pacientes es la presencia continua del dolor y las limitantes asociadas al mismo”. En el caso de dolor neuropático afecta entre el 3% y 4% de la población, siendo éste un trastorno frecuente.
De acuerdo a la Red Internacional del Dolor Neuropático, los síntomas se describen generalmente como ardor, dolor punzante, quemante o similar a una descarga eléctrica. La especialista señala que normalmente el paciente no puede precisar con exactitud la zona donde siente la dolencia, explicando que la misma por lo general abarca una gran extensión.
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Esas sensaciones anormales y desagradables, son denominadas parestesia y disestesia. La Dra. Liendo afirma que al evaluar las características físicas no se encuentra algún hallazgo que explique lo que el paciente está sufriendo. Usualmente es un dolor que tiene una localización anatómica correspondiente a una determinada zona de inervación, es decir, un área donde actúa un nervio o sus raíces. El médico realiza una serie de maniobras físicas que le ayudan a localizar este nervio o raíz nerviosa que está alterada.
Así mismo, la Dra. Liendo indicó que “los motivos más frecuentes de dolor neuropático son: la neuropatía diabética, neuropatía post herpética, neuropatía asociada al cáncer y la lumbalgia, siendo esta última la principal causa de dolor neuropático.
En materia de tratamiento, el abordaje terapéutico debe ser multimodal, debido a que los síntomas del dolor neuropático suelen ser incapacitantes, progresivos y de larga duración; por lo tanto debe incluir tanto aspectos físicos como psicosociales del paciente.
Los mecanismos que se activan en el dolor neuropático, son diferentes a los de otro tipo de dolor. Por esta razón los pacientes con dolor neuropático requieren otro tipo de tratamiento: fármacos neuromoduladores (antiepilépticos) o antidepresivos y analgésicos puros como los opioides.
Buscando garantizar el bienestar y el buen desarrollo del tratamiento para el dolor neuropático, es importante que el paciente acuda al especialista, ya que su detección temprana, el conocimiento de los mecanismos responsables y el uso de estrategias terapéuticas alternativas, mejorarán su calidad de vida.