Como todas las jóvenes estadounidenses (lo hemos visto en miles de películas, es un tópico), Brittany Minder llevaba mucho tiempo esperando con ilusión su baile de graduación, publica que.es.
Se había puesto sus mejores galas, un vestido nuevo con el que realzaba su busto, según informó lapatilla.com
Todo parecía indicar que era una noche mágica hasta que los organizadores del baile la truncaron.
No la dejaban pasar.
Y al parecer, según denuncia Brittany, fue por el tamaño de sus pechos que, salta a la vista, son realmente voluminosos… pero desde luego eso no debería ser motivo para impedir la entrada a nadie en un baile y así lo denuncia la joven y su familia.
Al parecer, la dirección del colegio de Washington del que es alumna la instó a que se pusiera un chal si quería entrar.
Así lo hizo, pero tal y como podemos leer en la edición estadounidense del Huffington Post, Brittany sólo estuvo una hora escasa allí ya que según declaro “me robaron la magia de la noche”.