La actriz estadounidense Angelina Jolie ha protagonizado numerosas portadas, después de que anunciara en un artículo de opinión en el New York Times que se había sometido a una doble mastectomía preventiva, una operación que conlleva la extirpación de ambos pechos, para prevenir la aparición de cáncer de mama.
Tal como explica en el diario, la decisión la tomó después de conocer que, al igual que su madre, que murió a causa de este tipo de cáncer, portaba el gen BRCA1. Este gen defectuoso, que es hereditario por vía materna, eleva las posibilidades de padecer la enfermedad entre aquellas mujeres que lo portan en una media del 65%. Tras someterse a las pruebas genéticas, Jolie descubrió que en su caso las posibilidades de sufrir cáncer eran mucho mayores: un 87% de mama, y un 50% de ovarios.
Tras conocer la noticia, Jolie decidió someterse a una doble mastectomía preventiva, un procedimiento terapéutico duro, pero que es recomendable en ocasiones para las mujeres con unas posibilidades genéticas muy altas de padecer un cáncer de mama. Tal como ha explicado a El Confidencial la oncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Graciela García, en torno al 5 y el 10% de las mujeres que sufren la enfermedad tienen una predisposición genética para que esta aparezca: portan los genes BRAC1, el que tenía Jolie, o BRAC2, cuya peligrosidad es algo menor (las posibilidades de padecer cáncer de mama son del 40%).
Una intervención cada vez más habitual y menos traumática
La mastectomía es una intervención que, según cuenta García, cada vez es más habitual entre las mujeres portadoras del BRAC1, pues disminuye radicalmente la posibilidad de padecer cáncer de mama. La detección de los genes defectuosos la realizan las Unidades de Consejo Genético, a las que acuden las pacientes después de que un médico llegue a la conclusión de que su historial familiar es propenso al riesgo: si dos o más familiares directos han padecido cáncer de mama antes de los 45 años.
Jolie denuncia en su artículo lo costoso que es someterse a un análisis genético en busca del BRAC1 o el BRAC2 en Estados Unidos, para el que hay que pagar más de 3.000 dólares. En España, por suerte, este tipo de análisis los cubre la Seguridad Social y, tal como explica García, las Unidades de Consejo Genético están presentes en la mayoría de hospitales.
Enfrentarse o no a una mastectomía es una decisión difícil, no sólo por la operación en sí, sino por sus consecuencias estéticas y emocionales posteriores. Tal como cuenta Jolie, tras la intervención decidió someterse a una reconstrucción de los pechos gracias a un implante. En su opinión, ha habido muchos avances al respecto en los últimos años, “y los resultados pueden ser hermosos”.
La psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) Patrizia Bressanello ha explicado a El Confidencial que, en efecto, los avances en las reconstrucciones han permitido que las mastectomías sean cada vez más llevaderas, pues limitan en parte el profundo impacto social y emocional que tiene la operación.
Según explica la psicóloga, hay que tener en cuenta que “las mamas tienen unas connotaciones importantes a nivel sexual y de imagen”, y la reconstrucción de estas tras la operación es algo que preocupa mucho a las mujeres. En ocasiones, los pechos se reconstruyen en la propia operación y en las intervenciones más radicales, como en la de Jolie, se hace un tiempo después de esta (en su caso, después de 9 meses). Hay otras mujeres que prefieren no someterse a otra operación y optan por una prótesis externa. En cualquier caso, explica Bressanello, “hay recursos para que las mujeres se vean como se quieren ver”.
Un mensaje que puede ser contraproducente
Tras leer el artículo en el que Jolie explica su decisión de someterse a una doble mastectomía, no cabe duda de que la intención de la actriz no es publicitarse, sino concienciar a otras mujeres sobre la enfermedad. Y actúa de buena fe. El problema, asegura Bressanello, es que este tipo de mensajes inmensamente mediáticos suelen tergiversarse a medida que pasan de un medio a otro, consiguiendo en ocasiones el efecto contrario al deseado y creando una alarma social innecesaria.
En opinión de Bressanello hay que tener claro que la mastectomía preventiva es un procedimiento terapéutico muy duro que se hace, por recomendación médica, sólo a determinadas mujeres con problemas genéticos muy concretos. En ningún caso puede considerarse una opción universal para prevenir el cáncer de mama, una idea que puede trasmitirse cuando se utilizan titulares como “Angelina Jolie se somete a una doble mastectomía para prevenir el cáncer” que, con ligeras variaciones, es el que se ha escogido en la mayoría de medios.
La psicóloga de la AECC cree que es necesario dejar claro que la mastectomía es la última opción. Ni siquiera las mujeres con un alto riesgo genético de padecer cáncer de mama tienen que someterse a una operación de este tipo. “Se trata de una decisión muy personal. Hay quien prefiere no someterse a una operación tan dura y opta por esperar a que el cáncer aparezca, si aparece, para tratarlo precozmente”, explica Bressanello. “Si te sometes a mamografías cada tres meses, en vez de cada 2 años, el cáncer se va a detectar en cuanto aparezca. Y el porcentaje de curación es muy alto”. La decisión de Jolie es sensata, y es una opción valorable para algunas mujeres en casos muy concretos, pero ni es un tratamiento normal ni mucho menos la única posibilidad para combatir el cáncer de mama.