Mientras un par de amigos volvían a sus hogares luego de haber estado bebiendo en sus botes, un marinero borracho le pidió que le lanzaran una cerveza a pesar que no estaba en el mejor estado de sus funciones motoras.
Está demás decir que estuvo a punto de perder la vida, cayo a centímetros del motor y pudo morir rebanado.
Su compañero declaro lo siguiente:
“Yo fui quien le lanzó la cerveza, el estaba realmente borracho, la primera cerveza que le lance la agarró con una mano como un ninja. La segunda que le lance lo golpeo directamente en la barbilla y le aflojo un diente…”