El cuerpo humano es una maquinaria por demás compleja, que a menudo resulta víctima de su propio desarrollo evolutivo. Tal es el caso del vello corporal (reemplazado hoy por la ropa), la afamada muela de juicio, y de la presencia de un saco adherido al inicio del intestino grueso y al final del intestino delgado, llamado «apéndice».
Cuando este saco, de poca actividad orgánica, se inflama por diversos motivos, se desarrolla una dolorosa y peligrosa condición llamada «apendicitis», habitualmente confundida con otras condiciones, aunque con sus propios síntomas y detalles.
Causas de apendicitis
La inflamación del apéndice puede deberse a distintos factores, aunque el más habitual quizás sea el bloqueo intestinal por las heces, por un cuerpo extraño o por un tumor. Con información de comohacerpara.com
Ante los primeros síntomas se debe consultar al profesional médico, puesto que se suele requerir de una cirugía de emergencia para extirpar el apéndice cuanto antes, y prevenir así las complicaciones asociadas.
Síntomas de la apendicitis
El primer síntoma es un fuerte dolor en la zona abdominal, hacia el lado derecho del cuerpo. Es tan intenso que la persona queda incapacitada de elevar su pierna derecha, siendo este un método de diagnóstico provisorio de gran importancia. Pero hay muchos otros síntomas a los que podemos prestar atención, para reconocerlos cuanto antes. Por ejemplo:
- Dolor alrededor de la zona del ombligo (en los primeros estadios de la enfermedad)
- Inapetencia
- Náuseas y vómitos
- Fiebre leve
- Dolor en el lado derecho inferior del abdomen (llamado el «punto de McBurney)
Estos síntomas aparecen dentro de las primeras 24 horas de la enfermedad.
Si el apéndice se inflama lo suficiente, suele romperse, lo que ocasiona una falsa sensación de alivio, pues al carecer de inflamación el cuerpo deja de percibir el dolor. Sin embargo, una vez roto el tejido del apéndice suele inflamarse el revestimiento de la cavidad abdominal, deviniendo en una condición mucho peor: la peritonitis.
Síntomas ocasionales de apendicitis y peritonitis
Comunes en ambas enfermedades y a menudo pasados por alto, los síntomas más habituales son:
- Diarrea
- Fiebre leve
- Escalofríos
- Temblores
- Náuseas
- Estreñimiento (en pocos casos)
- Vómitos y vómitos con sangre
- Sensación de abdomen duro, pero sensible al tacto
- La piel y los ojos amarillentos
- Vértigo
- Dolores incómodos y punzantes en el pecho o en los hombros y cuello
Tratamiento de la apendicitis
Ante la primera señal de dolor abdominal persistente se debe acudir al médico, en una consulta de emergencia. El profesional realizará las pruebas de diagnóstico necesarias para hallar la solución más apropiada, normalmente la extirpación quirúrgica del órgano.
Luego, normalmente se procede con ciclos de antibióticos de función preventiva, analgésicos para mitigar las molestias de la cirugía, y una dieta líquida o muy liviana para facilitar el funcionamiento intestinal.