Apple vuelve a estar bajo escrutinio de las autoridades europeas, pocos meses después de que la empresa de la manzana haya sido acusada de influir en los precios de venta de los libros electrónicos, incrementando el coste final.
Algunas operadoras de telecomunicaciones habrían trasladado sus quejas informales a la Comisión Europea a causa de las exigencias de la firma de Cupertino en cuanto a marketing y las altas tasas reclamadas para poder distribuir sus iPhone e iPad.
Por el momento no se habría presentado una denuncia o queja formal contra la empresa de Cupertino por estas prácticas, según ha explicado el responsable de comunicación del Tribunal Comunitario de Competencia, Antoine Colombani.
El portavoz ha quitado hierro al asunto, al mencionar el dinamismo del mercado de los dispositivos móviles y lo efímero del liderazgo, pero afirma que por supuesto, intervendrán si se presentan indicios de “comportamientos anticompetitivos en detrimento de los consumidores”.
Apple ya ha señalado a la agencia de noticias que sus contratos “cumplen totalmente con las leyes locales en cualquier lugar donde hacemos negocios”.
Reuters