El coordinador de la Comisión de Enlace Internacional, Edmundo González calificó como triste e insólito el papel que ha asumido el gobierno de Nicolás Maduro en diversas situaciones vinculadas al sistema de tutela internacional de los Derechos Humanos, pues consideró que su actuación ha quedado reducido a ser un obediente ejecutor de las decisiones de política exterior dictadas desde La Habana.
González rechazó que Venezuela fue el único país que se opuso a la condena del régimen Sirio en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU reunido en Ginebra. Repitiendo –a su juicio– las mismas cantaletas cubanas de siempre. “El representante de Venezuela justificó el voto en contra, alegando que se trata de una continuada y sostenida campaña mediática internacional destinada a satanizar los esfuerzos emprendidos por el Gobierno sirio. Una vez más, el gobierno venezolano quedó aislado del concierto mundial de naciones y aliado de una de las dictaduras más repudiables del Medio Oriente”, puntualizó.
Además, explicó que en esa misma sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el gobierno presidido por Nicolás Maduro rompió el consenso sobre una resolución que ordenaba la creación de una comisión de investigación para estudiar las graves, sistemáticas y generalizadas violaciones a los Derechos Humanos en la República Democrática y Popular de Corea (Corea del Norte). Dos decisiones que, según el representante de la Unidad, colocan al país de espaldas a los estándares mundiales de defensa de las garantías fundamentales.
“¡Ni siquiera supuestos aliados como los gobiernos de Brasil y Argentina, acompañaron a Venezuela en esta insólita votación!”, sentenció González.
Asimismo, en nombre de la Unidad, el coordinador de la Comisión de Enlace Internacional, repudió la actitud, que sin argumentos de fondo, asumió el representante del gobierno de Venezuela en la Asamblea General Extraordinaria de la OEA celebrada hoy, en la que se discute el futuro de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la que Venezuela forma parte. Con base en estas actuaciones, para González, lo que pretende el gobierno de Venezuela es evitar ser reprendido por las groseras violaciones que, recurrentemente, comete contra la libertad de expresión.
“Lo que no quiere el gobierno de Nicolás Maduro es que se le señale como transgresor de los derechos políticos de los venezolanos, lo que se persigue es impedir que se produzcan resoluciones que condenen al gobierno por sus ataques a los periodistas y los medios de comunicación independientes; la persecución de dirigentes políticos; la manipulación de la justicia; la falta de independencia y autonomía de los poderes públicos y muchas otras amenazas a derechos fundamentales reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, todo lo cual nos coloca a contrapelo de la historia y de nuestra tradición democrática”, consideró.
Continúo asegurando que, como la Unidad ha denunciado en otras oportunidades, un gobierno que ignora de manera contumaz las recomendaciones, fallos y sentencias de órganos como la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos; que se aparta de los principios básicos del respeto por los derechos humanos; que desacata las medidas cautelares ordenadas por los órganos de tutela internacional de los derechos humanos, se aleja de toda concepción del ejercicio democrático del poder.
“Actitudes como ésta sólo la suelen tomar los gobiernos autoritarios, las dictaduras militares y aquellos que menosprecian el respeto y garantías por los derechos humanos”, finalizó González.
Prensa Unidad