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Aunque no quiero ser vocero de todo un país ni mucho menos decir que hablo por casi 30 millones de venezolanos creo que el país entero, tanto aquellos que militan en la llamada revolución como aquellos que se presentan como adversarios de esta, aspiran a un época de paz y de unión para Venezuela.
Los venezolanos estamos cansados de tanta diatriba política, alguno dicen que están hartos de votar, pero lo que en verdad, y lo digo con toda humildad y respeto, tiene extenuada a la población no son las citas con las urnas electorales sino el clima de tensión, odio, y rencilla que se respira en cada proceso comicial.
Es hora de que toda la nación se reconozca, tanto aquellos que creen en el socialismo del siglo XXI, como aquellos que piensan y están seguros que otro camino es posible y definitivamente mejor a que estamos transitando en la actualidad; cuando este encuentro nacional se lleve adelante será el momento en el cual podamos emprender el nacimiento de una nueva era en las relaciones políticas y sociales de los venezolanos.
La confrontación que ha sido una constante en estos últimos 14 años han dejado cicatrices imborrables en el cuerpo de nuestra sociedad, la guerra social que algunos se empeñaron en propiciar dejó marcas en el alma de millones de connacionales que llegaron al límite de la paranoia y de la intolerancia, negándole inclusive al otro su derecho sobre símbolos patrios y de cualquier otra expresión de la venezolanidad.
Este modelo, gracias a Dios, está caducando pero no terminará de ser enterrado mientras los líderes políticos de este país no converjan en la necesidad de sepultar estos resquemores y caprichosos discursos de desprecio que han caracterizado el quehacer público por años y años.
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Todos somos Venezuela cada uno de nosotros es venezolano y no existe mejor salida a la crisis de convivencia que atravesamos en este momento que sentarnos a dialogar y reconocer que ese que nos adversa políticamente es nuestro hermano, nuestro primo, nuestro familiar, que ninguna familia en esta nación es plenamente oficialista ni opositora, y por ende la urgencia de conversar y emprender el descubrimiento de nuestra nacionalidad es trascendental.
Para el momento de escribir este artículo faltan 25 días para las elecciones presidenciales de este 14 de abril y deseo desde este pequeño espacio de opinión pedirles a los dos candidatos a la Primera Magistratura de la nación que eviten a toda costa que los ánimos se salgan de control. Son ustedes, Nicolás y Capriles, los llamados a encaminar a Venezuela hacia un ambiente de paz y unión.
Para finalizar quisiera decirle a mis estimados lectores que la lucha es de todos y cada uno de los venezolanos, poseemos una segunda oportunidad vamos a aprovecharla con decoro y entusiasmo. #JuntosConCapriles.
Simone Augello / @simone_augello