Posiblemente no necesites esta información para que nunca tengas ganas de tener relaciones íntimas con animales, pero si a pesar de todo eres más aficionado a los documentales de la 2 que al desfile de Victoria’s Secret o ir al zoo te resulta tan excitante como pasar por el Barrio Rojo, te recomendamos encarecidamente que leas este artículo y si es necesario por tu salud busques cambiar de hábitos y una novia con mucho pelo.
No me preguntéis por qué, pero se ha realizado un estudio basado en 432 hombres de una zona rural de Brasil para buscar una posible relación entre el sexo con animales y el cáncer de pene.
Los resultados dan mucha cosica, resulta que 118 tenían cáncer y el 35% confesaron zumbar con seres no humanos, como yeguas, vacas, cerdos, gallinas… Si tenemos en cuenta que puede que muchos de ellos no llegaran a admitirlo estamos ante algo no circunstancial.
Pero aunque no lo creáis puede ser peor, porque de los confesos el 59% lleva haciéndolo entre 1 y 5 años y el 21% durante más de 5 años. Además el 30% practica orgías con animales, por lo que además el riesgo de enfermedades sexuales se eleva enormemente.
Al parecer la razón de que produzca cáncer podría ser la incompatibilidad entre los flujos animales y los humanos, que podría resultar tóxicos y que además resultan aderezados con los posibles microtraumas que puede causar este tipo de relaciones.
¿Por qué os cuento esto? Ya sé que parece algo que sólo podría pasar con aspirantes de granjero busca esposa, pero lo cierto es que otro estudio asegura que el 36% de los zoofilos viven en las grandes ciudades, que el 83% ha ido a la universidad y que lo que es aún más alarmante es que casi la mitad trabaja en el sector de la informática y la tecnología. Madre mía…
Podría esperar esto de un Furry, pero después de conocer estos estudios no volveré a ver de la misma manera a un informático que tenga demasiado cariño por sus mascotas o que vaya cada fin de semana a una “granja-escuela”.