El correo estadounidense, con un fuerte déficit, anunció el miércoles su intensión de dejar de distribuir cartas el sábado, con el objetivo de recortar 2.000 millones de dólares por año en gastos.
La medida entrará en vigor en agosto, informó el correo estadounidense (USPS, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
El director general de la empresa, Patrick Donahoe, dijo que esta medida es una forma responsable y razonable de mejorar la situación financiera.
«El servicio postal tiene la responsabilidad de tomar las medidas necesarias para volver a tener estabilidad financiera a largo plazo y que el correo estadounidense siga siendo confiable», agregó en el comunicado.
El USPS resintió fuertemente el uso de formas digitales de comunicación, como el correo electrónico, pero también de la competencia de empresas privadas de envíos como FedEx.
En su último ejercicio fiscal cerrado a finales de septiembre, la empresa registró pérdidas netas por 15.900 millones de dólares.
Desde 2006, la empresa ha reducido sus costos en 15.000 millones de dólares, con un recorte de su plantilla de 28%.