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Es la mujer policía mexicana por la que todo hombre se dejaría arrestar. Bueno, es una metáfora porque ella en realidad no es policía, es actriz. 
Se trata de Jessica Segura, a quien es fácil reconocer por el famoso comercial de unas papas fritas donde ella actúa como representante de la ley, quien arresta al también actor William Levy, interpretándose a sí mismo.
Primero la conocimos portando un uniforme similar al de una mujer policía, pero después la vimos más destapada en la segunda entrega de dicho anuncio. Jessica aparece en la playa con un bikini que hace resaltar sus atributos, en especial sus senos. 
Sí, resulta que la actriz que ahora recorre el campo de la conducción, apareciendo en el programa matutino de televisión abierta Hoy, cree que su mayor atractivo son sus senos porque eso fue lo que le dijo su marido (Mario Pazos) y ella ahora lo cree y hasta les ha «agarrado cariño», según contestó en una entrevista para Tvnotas. 
Jessica no se considera sexy a sí misma, dijo; o por lo menos no del tipo de mujeres «devora hombres», pero mantiene su cuerpo a base de ejercicio para que esté sano y presentable. Sexy, pero no voluptuosa, asegura. 
Pero eso no impide que Jessica se haya ganado la envidia de unas cuantas mujeres por «arrestar» a Levy. Así como se ganó la admiración de muchos hombres y hasta uno que otro trabajo nuevo, como su participación en el mencionado programa de revista. Aunque desde hace ya tiempo viene formando su carrera, trabajando en diferentes películas, series y telenovelas mexicanas. 
Pero eso sí, aunque se describa a sí misma como «chiquita», Jessica ha ganado mucha más atención con el comercial de las papas. Probablemente es el uniforme, porque, como ella misma comentó: «a los hombres les llama mucho lo de los disfraces; con este personaje son puros piropos que… ¡ni te cuento!».
Suponemos que cuando esos piropos llegan a sus oídos es porque ellos han quedado fascinados con su belleza y porque se la imaginan con ese traje de policía; lo que no saben es que podrían imaginarla también en lencería sexy, con ligeros, específicamente, la prenda que Jessica considera más femenina y estética; que le gusta usar en rosa, pero no dudaría portarla en rojo.