¡Qué bonito es estar enamorado! Descubrir que la otra persona está por ti, que piensa en ti y que sufre por ti. Descubrir los mensajes inesperados deseándote que pases un buen día, o preguntándote por la reunión con tus jefes, o comentándote qué quieres que prepare para la cena… Y es que parece que, cuando quieres a alguien y eres correspondido, todo va sobre la marcha. Y tu mundo se pone en orden. ¿Podría volver a desorganizarse?
En efecto, podría hacerlo. Tan sencillo como tener en cuenta ciertos prejuicios que, seamos sinceras, se nos comen en muchas ocasiones. ¿A qué nos referimos? Pues a la edad, claramente. Hasta ahora habíamos comentado que sí, os amáis. Pero habíamos pasado por alto un factor que puede resultar condicionante para vosotros. Te lleva 15 años.
Y aunque, a priori, todas sabemos que no tendría por qué ser una diferencia, créenos, lo acaba siendo. Y es que a medida que la convivencia avanza y que la confianza se hace más fuerte, al mismo tiempo van saliendo a la luz las pequeñas diferencias de edad, de rango y de generación. Y tú, en lo más profundo de tu ser quieres volver a ser una niña.
Lo deseas tanto…Pero no quieres darte por vencida, aunque sientes que sería mucho más sencillo tirar la toalla. La convivencia, vuestra vida antes y vuestra vida juntos, las manías, las convicciones, el contexto… Todo juega un papel fundamental. Y aunque hasta ahora nada de eso había salido, ahora estás viendo todo lo que tenías escondido. Y te encuentras en una situación muy difícil porque, sinceramente, es un gran peso de llevar. ¿Alguna vez te ha ocurrido? ¿Tienes 20 años y te estás viendo con un hombre de 35?
Al principio todo es un juego. A ti te encanta poder descubrir nuevos horizontes, y a él le gusta volver a ser joven. Pero, no te encantes, que no todos los hombres son legales. Muchos querrán aprovecharse de tu juventud, tenlo en cuenta. No es por ponernos extremistas, pero ya sabes cómo es el juego de la seducción y los posibles objetivos que pueda haber por las dos partes. Ahora, eso sí, si confías ciertamente en él, si podrías vivir con una venda en los ojos y dejarte guiar constantemente, tira para adelante.
Aunque, también te decimos, que es una relación momentánea. Y tú también sabes que no habrá un futuro lejano. Aunque, de momento, disfrútalo y que nadie te lo cuente. En esta vida hay que vivirlo todo.