Cuando miras lo que puede hacer por ti hoy día una Smart TV y cómo lo hace, la única conclusión posible es que, en realidad, siguen siendo más TV que Smart. La caja tonta ha ganado en conectividad, aplicaciones y métodos de interacción, pero incluso con los modelos más prohibitivos la experiencia sigue estando lejos de ser perfecta a causa de interfaces lentas que para colmo suelen hacer complicado lo que antes era simple.
Como en la industria de los smartphones antes de la llegada del iPhone, están los ingredientes pero nadie ha dado aún con la receta que transforme la experiencia. Antonio Ortiz profundiza hoy en el tema en Xataka pero nosotros nos centraremos en lo mucho que puede aportar aquí Apple especialmente ahora que, en palabras del propio Tim Cook, el Apple TV ha dejado de ser un mero hobby.
Resolviendo problemas en lugar de crear nuevos
Apple ha convertido la resolución de problemas en su leitmotiv. Si no tienen nada que aportar que cambie radicalmente el modo en que entendemos la televisión ni se molestarán en intentarlo. Por eso la clave no está en si lo harán con un set-top box como el actual Apple TV o con una pantalla que aporte poco más que el logo de la manzana a cualquiera de los abundantes modelos de diseño minimalista y altas prestaciones que ya pueblan las tiendas de electrónica.
La clave será la que siempre ha sido en cada industria a la que han saltado: la experiencia de usuario. La interacción es una parte fundamental del puzzle y Siri podría jugar un papel importante más allá del control por voz para consolidar su lugar como asistente personal. “¿Cuándo se emite el próximo episodio de The Big Bang Theory?”, “Me apetece ver una película de terror”, “¿Qué hay interesante ahora mismo?”, “Me gusta esta serie, recomiéndasela a mis padres”.
iCloud es otra pieza evidente y gracias a funciones ya presentes como las fotos en streaming o la sincronización de contenidos, ver con la familia cómodamente en el salón las fotos que acabamos de hacer para acto seguido retomar una película desde el punto en que la dejamos la noche anterior en el iPad es pan comido. Tan solo es cuestión de seguir tirando del hilo hasta otras funciones como el streaming de canales al iPad o el iPhone por mencionar tan solo una.
Canales, apps y segundas pantallas
Muchas Smart TVs ya incorporan apps y la tendencia irá creciendo a lo largo de 2013. La videoconferencia, las redes sociales o los juegos están muy bien, pero donde estará la madre del cordero es en transformar el concepto de los canales tradicionales para gestionarlos como si también fuesen aplicaciones.
Canales que puedes borrar, añadir o reorganizar a voluntad con extrema sencillez. Canales que no dependen de un número en el mando a distancia sino de nuestras preferencias inmediatas, con una parrilla de programación útil, que resalte los contenidos que nos interesen más aprendiendo de nuestros hábitos, con información ampliada a través de Internet a un solo paso y un componente social que está pidiendo a gritos llegar. ¿Qué menos podemos pedir a una televisión tan “inteligente”?
Añadid a esto una relación aún más estrecha con las segundas pantallas y tenéis la combinación ganadora. Utilizar el navegador de un televisor suele ser tedioso, pero si tienes un iPad en la mano la cosa cambia. Combina el gran tamaño de una TV con la pantalla táctil de un teléfono o tablet y tendrás la mitad del trabajo hecho. Logra que las cadenas y los desarrolladores se den la mano para utilizar este duo de pantallas al mismo tiempo y los beneficios serán evidentes.
No hay que inventar nada, tan solo encajar las piezas, y los sideshows de Miso ya muestran el camino: ves algo en la televisión y tu segunda pantalla te descubre contenidos relacionados, extras, concursos, la sala de chat del programa, productos patrocinados (algo así como el product placement 2.0, ofreciéndonos el enlace para comprar el reloj del protagonista o la temporada anterior en Blu-ray)… ¡Será por ideas!
La batalla más difícil
El auténtico reto al que se enfrenta Apple es el convencer a las cadenas y operadoras de cable de que les abran las puertas de su negocio como hicieron las operadoras de telefonía con el iPhone. No necesita necesita a todos, tan solo a algún actor con suficiente peso que haga de punta de lanza.
Es un trago difícil, pero al final todo se reduce a una única cuestión: ¿pueden ganar más dinero con Apple que sin ella? ¿Están dispuestos a abrazar este modelo en el que los paquetes de canales son un invitado incómodo? ¿compartirán una fracción de los ingresos por suscripción con la esperanza de recuperar la cuota perdida frente a Internet y los servicios over the top como Youtube?
Si alguien puede lograrlo esa es Apple, no os quepa duda. Y ahora la mala noticia: el software y el hardware “son fáciles”, poner de acuerdo a todos los animales del zoo no. Soy optimista con muchas de las mejoras que ofrecerá este rumoreado Apple TV para el público estadounidense. Ahora, España, esa es otra historia completamente diferente.