Queda la cena o comida de Reyes, que no todos celebran, pero ya podemos pensar en cómo superar los efectos de los excesos gastronómicos (o no) de estas fiestas. Nuestro organismo ha quedado saturado de grasas, proteínas y calorías. Pero existen fórmulas para depurarlo. Sin hacer dietas drásticas, hay maneras saludables de ponernos a punto.
Podemos empezar con la ‘dieta del 2 de enero’: un caldo de verduras combinado con hidratos de carbono que compensen el exceso de grasa y proteína. Es la que recomienda la jefa de la Unidad de Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Clotilde Vázquez.
La ‘dieta del 2 de enero’ consiste en:
Un desayuno de café y zumo. Se puede sustituir el zumo por alguna fruta.
Elaborar un consomé solo con verduras, en especial puerro, apio y alcachofa por su poder diurético.
Consumir 2 litros de caldo de forma regular a lo largo del día.
En la comida y cena se puede tomar un puré de esas mismas verduras acompañado por hidratos de carbono: un molde pequeño de arroz; o pasta sólo hervida y sin aderezos; o 40 gramos de pan.
De postre, elegir entre un lácteo o una pieza de fruta.
Esta dieta depurativa se puede hacer solo un día, dos a lo sumo, y en ningún caso significa que se vaya a perder peso, sino que se consigue «no ganar o ganar muy poco» a pesar de los excesos gastronómicos de los últimos días.
Se trata de una ingesta que ronda las 500 calorías con la que se consigue dar un reposo digestivo y metabólico a hígado, páncreas y estómago. Además, esta dieta nos hidrata tras la pérdida de líquidos que se produce al eliminar residuos nitrogenados.
Fruta sí, pero no solo
Los expertos en nutrición desaconsejan que solo tomemos fruta a lo largo de un día. Susana del Pozo, de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), propone –en lugar de que la fruta sea el único plato del menú– moderar las raciones y hacer una dieta correcta y ligera al día siguiente de la comilona.
Debe haber hidratos de carbono, de lo contrario se puede producir ansiedad
«El cuerpo es como un coche, no puedes echar gasolina solo para un día y al siguiente pretender que ande con el depósito vacío. Con una restricción tan drástica estás agrediendo a tu cuerpo», explica Del Pozo.
Al respecto, Clotilde Vázquez sugiere que al día siguiente se incluyan en el menú hidratos de carbono ya que, de lo contrario, «se puede producir ansiedad y así se mantiene la glucosa suficiente para el cerebro», además de consumir suficiente líquido.
Para las personas que practican los ayunos terapéuticos, la doctora asegura que no está demostrado que tengan beneficio alguno para la salud y prolongar su práctica más de 3 o 4 días puede ser peligroso: «Si se hace para adelgazar no tiene sentido porque los kilos que se pierden se recuperan rapidísimo».
Retención de líquidos
Los menús navideños, ricos en proteínas y en sal, nos provocan una retención de líquidos en nuestro organismo.
El zumo de pomelo y piña son diuréticos pero no se comen la grasa
Beber agua, caldo de verduras e infusiones como la cola de caballo nos ayudará a eliminarlos. También el zumo de pomelo o el de piña son diuréticos y aportan vitamina C, «pero no se comen la grasa», desmitifica Clotilde Vázquez.
En el caso de hincharnos por los gases, la doctora Vázquez destaca la efectividad de los probióticos, bien sea en forma de yogur o en concentrados que se adquieren en farmacias.