Mientras los tabletas se van convirtiendo paulatinamente en el dispositivo estrella y todo apunta a que durante este próximo 2013 se consolidará como el rey de los dispositivos móviles. Y uno de los aparatos que han quedado desplazados por este auge de los tabletas es, sin duda, el lector de libros electrónicos.
La versatilidad del tableta amplia las funciones, es evidente la limitación de e-readers en cuanto a qué podemos hacer con él, pero aunque esté en declive y no pueda hacer tantas cosas aún quedan cosas que el lector de libros electrónicos hace mejor y te las vamos a contar.
El pasado año 2011 marcó el cenit en cuanto a ventas de libros electrónicos pero ya en lo que llevamos de 2012 se aprecia un fuerte descenso en torno al 36% (datos referidos al mercado estadounidense), algo lógico si tenemos en cuenta que con un Tableta también podemos leer ebooks.
Pero ¿no estamos olvidando unos cuantos detalles que actúan en favor de los lectores? Por ejemplo, el precio. Aunque hay tabletas muy económicos y algunos rondan los 100€ un libro electrónico puede costar incluso la mitad. Y hablamos de tabletas de gama baja comparados con libros electrónicos más que recomendables como Kindle o Kobo Mini.
Otra ventaja del libro electrónico es que, precisamente por sus limitaciones en cuanto a funciones permite una mayor inmersión en la lectura. Y es que, reconozcámoslo, con el tableta puedes leer un libro pero te llegan alertas de correo electrónico, avisos de redes sociales, tienes la tentación de mirar alguna cosilla en Internet… con el libro electrónico no hay distracciones.
Quizá nos estemos perdiendo colores casi infinitos pero algo que sí supone una mejora en cuanto a experiencia de uso es la calidad de la pantalla y su efecto en la vista.
El nombre de tinta electrónica es muy adecuado porque el aspecto visual es realmente similar a la tinta impresa sobre papel, con una resolución mucho mayor que las pantallas LCD de los tabletas, venciendo con mucha diferencia en determinadas condiciones lumínicas como por ejemplo cuando usas el dispositivo bajo la luz del sol… por no hablar de lo descansado que resulta para la vista este tipo de tecnología, que proporciona una sensación muy similar al papel, sin brillos ni reflejos.
Precisamente por esta razón los lectores de libros electrónicos favorecen el hecho de leer y de hacerlo en el exterior. Quizá no ahora con los rigores del invierno pero sí un cálido día soleado, sabiendo precisamente que la iluminación exterior no supondrá un problema. Pero en la oscuridad, en aquellos modelos que cuentan con su propio sistema de retroiluminación esta también resulta menos molestas perjudicial que contemplar la pantalla de un tableta en similares condiciones luminosas.
En esos casos la autonomía se resentirá pero en un uso habitual con iluminación normal donde el lector resulta imbatible frente al tableta es en lo relativo a duración de la batería.
No podrás jugar, navegar por Internet o ver películas, pero como se trata de leer libros necesitas menos potencia de procesado y pantallas más sencillas que, además por su propia naturaleza requieren menos energía. Hablamos de pasar no un par de días sino de varias semanas sin necesidad de recargar el dispositivo.
Derivado de esta cuestión está la duración en el tiempo del propio dispositivo como algo que puedes usar sin preocuparte demasiado de la obsolescencia programada. Un lector de libros electrónicos de hace 4 años hace exactamente lo mismo que uno de este año, dejando a un lado cuestiones como conexión WiFi o diseño más compacto. Igualmente el modelo que te compre este año seguirá siendo perfectamente utilizable dentro de cuatro o cinco años, algo que no puede decir un tableta.
En algunos casos la capacidad puede ser un inconveniente si dispones de un modelo de hace tiempo o sin ranura para tarjeta de memoria, pero recordemos el poco espacio que ocupan los archivos de libros electrónicos. Por muy voraz lector que seas y muy largo que sea el viaje que realices parece complicado que puedas llegar a leerte todos los libros que lleves almacenados.
Una vez hechas estas precisiones ya puedes darle una segunda oportunidad a este dispositivo, si es que creías que ya había llegado la hora de jubilarlo.