Ya pasó la jornada electoral, ya se han hecho análisis y comentarios sobre ellos, pero en esta ocasión no tocaré el tema, porque considero que nuestra población ya está saturada del tema político, y sí algo demostró la alta abstención del 16 de diciembre fue exactamente eso.
Quisiera aprovechar estas líneas para desearles a mis lectores fieles una Feliz Navidad, desearle a cada uno de ellos que pasen estas fechas tan importantes para nosotros los cristianos en el recogimiento de sus hogares, pidiéndole a Dios por Venezuela, porque la estabilidad del país, es nuestra propia estabilidad.
Debemos reflexionar sobre la importancia de reencontrarnos como venezolanos, como hermanos, debemos utilizar estos días para dejar atrás lo que nos divide y trabajar en lo que nos une, porque es el momento de estrechar lazos por el bienestar de nuestra tierra.
Los portocruzanos, los anzoatiguenses, y todos los venezolanos debemos consolidar los mecanismos de unidad, debido a que el país entero nos demanda que fundamos nuestras energías en una sola fuerza que nos permita avanzar.
La Navidad es el tiempo en que celebramos la venida de Dios hecho hombre, recordamos con beneplácito que el Altísimo envío a su único hijo a dar su vida por nosotros, rememoramos que Él demostró su Misericordia por el bienestar de todos nosotros, entonces es ocasión oportuna para que nosotros en este momento podamos abrirnos caminos de reconciliación en búsqueda de solidificar todos los puntos en los cuales convergemos como connacionales, como herederos de una misma nación.
El enfrentamiento político debe dejarse aún lado, y no estoy diciendo que ambas partes dejen de pensar o de defender sus principios e ideales, sólo me refiero a que se emprenda una tregua que le permita a la sociedad descansar y de cesar de hablar de las diferencias políticas estrechándonos en un fuerte abrazo navideño, criollo y lleno de alegría, villancicos y gaitas.
Reflexionemos estos días, recorramos la ruta de la unidad nacional, pensemos un momento de lo que sería Venezuela en un apaciguamiento de la guerra política, como seria nuestras vidas en medio de un momento de sosiego político y de trabajo hermanado por el porvenir de nuestra tierra.
Es el momento de pensar lo que en verdad queremos para nuestro estado y país. Estos, son tiempos de reflexión, es la época del año que debemos recordar lo que se hizo, pero emprender con la imaginación como guía lo que vendrá para nosotros en los próximo 12 meses que ya se nos vienen encima. ¡Feliz Navidad a todos!
Por Simone Augello / @Simone_Augello