Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
El I Ching significa “libro de las mutaciones”. Los chinos creían que quien lo comprenda será capaz de contestar todas las preguntas del mundo y curar todas la enfermedades. No se sabe con exactitud cuándo apareció, pero se cree que el 1.200 A.C, y tampoco quién lo escribió, aunque se sabe que Confucio complementó el texto original.
Sí, se trata de un libro oracular, pero también moral y filosófico, que centra su sabiduría en la observación del cielo, la tierra y el comportamiento de los seres vivientes. Su filosofía se rige por el principio del cambio y la relación entre los polos opuestos, lo conocido como el Ying y el Yang. Dice también que los acontecimientos no se producen por casualidad, y que la única realidad es el cambio.
Para conocer la relación del I Ching y el llamado 2012 contactamos a Ricardo Andreé, experto en I Ching, sinólogo y periodista, quien lleva más de 30 años aprendiendo, enseñando y difundiendo esta sabiduría. Incluso cuenta que recibió la enseñanza del I Ching en base a la Escuela del Jade de las Alturas el año 1988, en Basilea.
No quiso darnos una entrevista porque “ya está todo contestado desde mucho antes” en sus escritos, que también puedes ver en su blog www.soyandariego.tk o en su página www.iching.cl. De todas formas nos permitió que diéramos a conocer sus puntos de vista en nuestra revista, respetando cada palabra.
Antes aclara que no es “Ni un ‘oráculo adivinatorio’ ni menos una ‘mancia hechicera’; no reemplaza a otros libros de Dios, y no se opone a la Biblia y menos a los evangelios. Tampoco es un juego, ni un método para usar en banalidades mundanas… Es sabiduría al servicio del plan de Dios. Por lo mismo, de ser abusado, tarde o temprano acallará sus respuestas y cesará en sus consejos”.
Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Primero comenta que quienes quieran entender el rol que posee el Camino Espiritual, deben tener y obtener una profunda visión de la realidad. “A esto se refiere Lao Tse con aquello de no hacer parte de las cosas del mundo, pero sí observar la realidad del mundo para saber cómo se gobierna y no ser absortos por su engranaje; a esto se refirió el Cristo sabio al proponer que el hombre esté en el mundo pero no sea del mundo”. Pero atención, porque el mundo al cual se refiere es el sistema humano.
Cuando ahondamos en “el 2012”, aclara que aparece en un libro de Argüelles, pero que ha sido cuestionado por expertos mayistas. Es más, asegura que se trató de una civilización que no practicó una religión, pero sí mantenía un conocimiento astronómico. “El sistema de calendario llamado ‘Cuenta larga’ rigió por siglos a esta civilización, pero a un cierto punto acumuló tal cantidad de desfases temporales que hizo inservible el conteo, y en la solución de este error pasaron varios años hasta la elaboración del sistema de ‘Cuenta corta’. Es decir, el calendario maya nunca fue un almanaque perfecto de tiempo, ni tuvo continuidad, y en el establecimiento de la ‘Cuenta corta’ hubo de revisarse completamente la medida del tiempo anterior, tal como había sido contabilizada”. Entonces, aclara que los seguidores de la especulación maya tradujeron esas cuentas al calendario gregoriano actual.
Algunos cálculos dicen que el fin del calendario maya pudo haber sido en 1984; otros conducen el fin de este conteo a los años 2052-54, pero ninguno coincide con el año 2012. No obstante, asegura que no necesitamos del calendario para conocer el fin. “El 13 de diciembre del 2012 estaremos aún en medio de la crisis, de las guerras y de la basura que hemos diseminado por el planeta y su cielo; todo será más agudo, pero no porque sea ‘el 2012 de los mayas’, sino porque la crisis que está ya asentada debe ir en picada hacia su destino inevitable, y durará por muchos años más. Ahora, es cierto, no porque lo dijeran los mayas, sino porque así lo anuncia la astronomía; nos hallamos en una fase de movimientos extraordinarios desde el punto de vista cósmico, pero eso está aconteciendo desde hace años, y es verdad que el año 2012 será un tiempo de actividad inusitada fuera de nuestras fronteras planetarias”, confirma el experto.
Andreé recurrió a los dictámenes del I Ching para saber qué pasará. “La respuesta es que, efectivamente, desde el año 2012, y por al menos 64 años, el hombre y el mundo entrarán en su mayor fase de mutación y transformación jamás vivida antes. El tiempo previo es llamado ‘de transición’, y va desde 1984 hasta el 2012. Luego hay un tiempo ‘duro’, llamado ‘de tribulación’, que dura hasta el año 2040. Lo sigue un tiempo que califica de ‘renovación,’ y se extiende hasta el año 2068. Finalmente muestra los ocho años de gracia y abundancia, que llega hasta el 2076”, relata.
mujeres.grupopublimetro.cl