La Iglesia de Inglaterra rechazó la ordenación de mujeres obispos tras años de un intenso debate entre el sector conservador y el reformista, lo que abre un nuevo período de división en el seno de lacomunión anglicana.
El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra reunido en Londres no consiguió aprobar, por sólo seis votos de diferencia, una propuesta central de su agenda, desde que hace 20 años se permitió la incorporación de las mujeres al sacerdocio.
En la actualidad, un tercio de los 11.000 clérigos anglicanos en Inglaterra son mujeres, pero éstas seguirán sin poder aspirar a los puestos más altos de la jerarquía de la que es gobernadora suprema la reina Isabel II.
A pesar de que la propuesta contó con el apoyo mayoritario del Sínodo, no consiguió los dos tercios necesarios en la Cámara de los Laicos, donde 74 votaron en contra y 132 miembros votaron a favor.
El grupo The Women and the Church (“las mujeres en la Iglesia”), que lleva años haciendo campaña a favor de la medida, calificó el rechazo como “un golpe devastador para la Iglesia de Inglaterra y la gente de este país”.