Una de cada siete personas en el mundo padece un trastorno neurológico que le impide identificar sus propias emociones y, por tanto, expresarlas verbalmente a los demás. Este rasgo de la personalidad se llama alexitimia y, según un grupo de investigadores de la Universidad de Misuri, es una de las principales causas del fracaso matrimonial.
Las personas que padecen este trastorno suelen casarse en su mayoría porque, según uno de los autores del estudio, el investigador en desarrollo humano y familiaNick Frye-Cox, “sí sienten las necesidades humanas básicas, como formar una familia o pertenecer a un grupo, que son tan indispensables para el hombre como comer o dormir”. Sin embargo, una vez que contraen matrimonio, añade Frye-Cox, las personas con alexitimia “se sienten solas y tienen serias dificultades para comunicar los sentimientos a su pareja, lo que acaba destrozando la relación”.
El patrón de comportamiento de estas personas coincide en que suelen calcular en todo momento los costes y beneficios de sus relaciones, ya sean de amistad, laborales o de pareja, por lo que es frecuente que formen y rompan noviazgos con mucha asiduidad. “Estas personas acaban pensando que los demás no pueden satisfacer sus necesidades y que ellos también tienen dificultades para hacerlo”, apunta Frye-Cox.