Delante del juez Oswaldo Flores, la popular "Rosita" negó conocer a Héctor Guerrero Flores, alias "El Niño Guerrero", el pran de la cárcel de Tocorón que se fugó en agosto pasado. "No tengo nada que ver con este caso", acotó Jimena Araya cuando ayer la presentaron ante el Tribunal 2° de Control de Maracay (Ara), según reveló una fuente judicial.
Pese a que "Rosita" negó estar ligada con "El Niño Guerrero", las fiscales del Ministerio Público Laura Bastidas y Milagros Quintana le imputaron los delitos de fuga de detenido, en grado de cooperadora, y encubrimiento. Y solicitaron al juez que la dejara privada de libertad mientras transcurrían los 45 días que establece el Código Orgánico Procesal Penal para presentar la acusación.
El juez Oswaldo Flores rechazó el pedimento de la Fiscalía y decidió que "Rosita" será procesada en libertad, pero para ser liberada debía presentar tres fiadores, con un ingreso superior a 90 unidades tributarias cada uno. Actualmente la unidad tributaria está en Bs. 90 según la página web del Seniat. Además, el juez dictaminó que debe presentarse ante el Tribunal 2° de Control de Maracay cada 15 días y le prohibió salir del estado Aragua.
"Rosita" habló poco durante la audiencia y al salir del Tribunal escribió en su sitio de Facebook: "se hizo justicia". Después saludó a los fotógrafos y periodistas presentes, mostrando un rostro fresco y sonriente y afirmando "mañana (hoy) salgo libre".
La abogada Isabel Figueredo, defensora de "Rosita", informó que ya tenían dos fiadores. "Hubo ensañamiento por parte de las autoridades, la Fiscalía se excedió pidiendo privativa de libertad", declaró Figueredo.
Y como ayer no pudieron cumplir con los tres fiadores, "Rosita" fue llevada al Centro de Coordinación Policial Maracay Sur, antiguamente conocido como Cuartelito donde pasaría la noche con 39 mujeres detenidas.
Algunas fuentes del sistema de justicia opinaron que el juez debió dejar privada de libertad a "Rosita" "porque había el peligro de que se fugara si la procesan en libertad".
Argumentaron que el hecho de haber estado mes y medio huyendo, probaba que Jimena Araya no estaba dispuesta a someterse a la justicia.