El crecimiento siempre tiene dos caras, una de lujo y ostentación y otra que deja a su paso pobreza y desolación, además del daño a los recursos naturales. Por eso hay un tema no menor que desde hace unos años preocupa y mucho a los gobiernos, y es el de labasura electrónica, o e-Trash, y otro que también se las trae es el de las compras de minerales obtenidos en zonas en conflicto, algo que se busca evitar para no contribuir a fomentar las cruentas guerras civiles que suelen librarse para hacerse con ellos.
En Estados Unidos, por ejemplo, se aprobó el pasado mes de Agosto una legislación que prohibe expresamente el empleo de minerales obtenidos de zonas en conflicto, a pesar de lo cual todavía hay muchas compañías que no cumplen. Y peor aún es el hecho de que casi el 90 por ciento de las empresas tecnológicas norteamericanas todavía no han informado sobre el uso de minerales que provienen de zonas con conflictos armados, lo cual es el principal requisito de la nueva ley.
Una situación que seguramente tardará un poco en cambiar puesto que la legislación aprobada por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) les ofrece un plazo que todavía cuenta con 21 meses para aportar información sobre el tema. Pero cuando finalmente se tenga el control total de este tipo de información se podrá garantizar la total transparencia sobre el origen de los minerales que se utilizan para la fabricación de dispositivos, y así se podrá evitar el comercio con aquellos países donde se produzcan violentos confiltos armados y violaciones sistemáticas de los derechos humanos.
Un ejemplo que han tenido muy en cuenta los legisladores para su proyecto de ley es el de la República Democrática del Congo, donde se repiten los numerosos actos violentos con el objetivo de tomar el control de las reservas de minerales de valor como el tungsteno, el tantalio o el oro. Esa explotación les permite a los grupos armados y a los dictadores hacerse de enormes cantidades de dinero que en general utilizan para someter y explotar aún más a su población, que en teoría debiera ser la primera beneficiaria de dichos recursos naturales, y por eso con esta medida la SEC busca contribuir con su pequeño granito de arena para desfinanciarlos, además de conscientizar un poco más al público respecto al origen poco claro de muchos minerales.
Como iniciativa está muy buena porque el público en general desconoce cual es la operatoria para hacerse con las materias primas para la fabricación de los dispositivos que disfrutan en su vida diaria, pero en general la gran mayoría preferiría pagar un precio algo mayor por estos si a cambio se garantiza que nadie ha sido explotado para obtenerlos, como ha quedado demostrado tiempo atrás con el escándalo de las fábricas de Foxconn, donde se fabrican varios de los productos de Apple.