Casi todos estamos preocupados por nuestro peso, por la acumulación de grasa y los problemas de obesidad. Pero no todas las grasas son malas. Precisamente, los científicos han descubierto que una hormona (la orexina) tiene la capacidad de quemar la grasa mala, la que se nos acumula y no es saludable.
La orexina previene la obesidad al activar la grasa pardaLa grasa que normalmente consideramos como grasa corporal se llama grasa blanca; pero existe otro tipo de tejido, conocido como grasa parda, que hace algo más que almacenar grasa: también la quema.
Los científicos del Instituto de Investigaciones Médicas Sanford-Burnham (EE UU) han descubierto que la orexina (una hormona producida en el cerebro) previene la obesidad en ratones mediante la activación de la grasa parda.
Poco orexina, más obesidad
Hasta ahora se pensaba que la grasa parda desaparecía después de la infancia, pero los recientes avances en tecnología de imagen propiciaron su redescubrimiento en los seres humanos adultos.
Suplementos de orexina darían un nuevo enfoque para tratar la obesidadLa grasa parda está llena de vasos sanguíneos y mitocondrias, lo que la hace muy buena en la conversión de las calorías en energía, un proceso que funciona mal en los casos de obesidad.
La deficiencia de orexina se asocia con la obesidad, lo que sugiere que los suplementos de orexina podrían proporcionar un nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de la obesidad y otros trastornos metabólicos.
El estudio, publicado en Cell Metabolism, proporciona una posible explicación sobre por qué algunas personas tienen sobrepeso u obesidad a pesar de no comer en exceso: puede que carezcan de la orexina necesaria para activar la grasa parda y aumentar el gasto de energía.
Orexina como tratamiento
El doctor Devanjan Sikder, autor principal del estudio, explica que "sin orexina, los ratones se vuelven obesos. Con la hormona, la grasa parda se activa y se queman más calorías".
Sin orexina, los ratones se vuelven obesos; con orexina queman más caloríasLas drogas utilizadas actualmente para la pérdida de peso están dirigidas a reducir el apetito de una persona; pero una terapia basada en la orexina daría lugar a una nueva clase de medicamentos para combatir la grasa centrados en la quema de grasa periférica del tejido, y no en el centro de control del apetito del cerebro.
Los investigadores tratan ahora de determinar cómo se puede usar la orexina en humanos para prevenir o tratar la obesidad.
Cuando una persona tiene sobrepeso u obesidad, está en mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer. El 62% de los españoles tienen sobrepeso y el 23% de la población es obesa.
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