El año 2012 está casi por despegar al cosmos de la historia, síntoma de que un nuevo presupuesto nacional debe discutirse en la Asamblea Nacional para regir el destino del erario público del Estado Venezolano en el próximo año.
Entre modificaciones, empirismo y una ejecución adaptada a los cánticos del PSUV, se ha ido desarrollando el programa presupuestario nacional del presente ejercicio fiscal, cuyo monto total estimado es de 292.836 millones de bolívares (esta cifra no cuenta con el número actualizado de créditos adicionales).
Para el nuevo año, todos esperamos con ansias las asombrosas aproximaciones de ingresos nacionales del economista de la revolución y Ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani.
En la actualidad, se calcula el presupuesto de la República con un barril de petróleo en 50 dólares, quedando los otros 50 dólares (precio real del barril en el mercado es superior a los 100 dólares) para el uso discrecional de Miraflores. Ese dinero que usa la Presidencia a su antojo, que representa ni más ni menos que el 50% de lo que percibe Venezuela por su riqueza más envidiada y más condenada, es el pagador de todos los proyectos y regalos ejecutados en el exterior para “garantizar la paz planetaria” como lo ha suscrito textualmente Chávez en su campaña.
El Gobierno Nacional califica como inversión social, todo aquel desembolso que, de la mano de un fuerte gasto en publicidad, sirva de aporte para solucionar alguna necesidad de nuestro pueblo, siempre bajo las características del populismo, la demagogia y la exclusión a quienes piensen distinto. En ese renglón, en 2012 se ejecutan más de 115.717 millones de bolívares, representando 27% más que en 2011 y 40% del presupuesto total actual.
En educación, el presupuesto de Venezuela en 2012 es de 37.226 millones de bolívares: 13% del total. De esta asignación, menos de la mitad fue destinado a las universidades, laborando todas con severas dificultades y limitaciones. Muestra de por qué hoy Venezuela no tiene una universidad entre las 400 mejores del mundo.
En Defensa el incremento con respecto a 2011 es de 198% y los gastos presidenciales aumentaron 200% según el informe sobre Presupuesto 2012 de Transparencia Venezuela.
Eventos como las elecciones presidenciales y regionales, construcción de nuevas cárceles, juegos olímpicos y pare usted de contar, quedaron fuera de la planificación y fueron subsanados con créditos adicionales. Igualmente, la inversión en seguridad ciudadana, así como lo destinado a gobernaciones y alcaldías, sigue subestimado.
Todos estos años nuestro presupuesto ha estado sujeto a cientos de cambios. Desde que inicia el año la Asamblea Nacional dedica más sesiones a aprobarlos que ha discutir leyes sobre seguridad, desarme, lucha contra las drogas y primer empleo, por nombrar algunas. En 2011 la estimación presupuestaria fue de 204.208 millones de bolívares y terminando siendo desembolsados 341.111 millones: es decir, 136.903 millones en créditos adicionales. Simple y mera improvisación, en el Gobierno Nacional nadie se toma su papel en serio, sólo los corruptos. A finales de diciembre tendremos la cifra total de créditos que modificaron nuestra Ley de Presupuesto 2012.
El próximo 2013 es otro año más para violar el artículo 11 de la Ley Contra la Corrupción que sostiene que debe realizarse la discusión pública del principal instrumento de planificación nacional. En este octubre de guayoyos tampoco se cumple esta necesaria condición de encuentro y debate de todos los sectores para consensuar los destinos del dinero público, y no hay grito que valga para los bandidos rojos rojitos.
Ya Giordani entregó la propuesta de presupuesto 2013 en la AN, esperemos que los representantes de la democracia hagan bastante bulla, pues estamos seguros que será un nuevo desastre del economista de la revolución. Prohibido desmayar, no dejaremos de denunciar.
Por Ángel Arellano / @angelarellano