63,2% de los residentes de La Pastora, La Vega y Los Frailes de Catia, perciben que no existe disposición para entregar voluntariamente las armas, según investigación realizada por la Comisión Presidencial para el Desarme.
La investigación realizada en esas tres parroquias de Caracas fue dirigida por Mirian San Juan y Neyda Peña, quienes ayer expusieron los resultados de la misma en un evento. Explicaron que esa consulta se llevó a cabo a través de 18 grupos de discusión y versó sobre las perspectivas de un desarme en esos sectores. "La mayoría de la gente quiere armas para defenderse aunque están conscientes de su peligrosidad", fue una de las conclusiones del estudio.
Los consultados también manifestaron que no creen en el desarme voluntario por el miedo a las consecuencias legales ("esa arma puede estar involucrada en un delito"); el temor a ser percibido como un sapo dentro de la comunidad; el sentimiento de indefensión ("¿Cómo van a desarmar a ese muchacho que es un malandro pero cuida a la comunidad"?) y la poca rentabilidad que le reportaría a los delincuentes entregar "su herramienta de trabajo".
En caso de darse un desarme voluntario, las personas dijeron que entregarían las armas a "un ente destinado a esa tarea ajeno a los cuerpos policiales". A raíz de ese estudio, San Juan y Peña alertaron que ejecutar un plan de desarme voluntario en frío no es viable.
Luis Gerardo Gabaldón expuso los resultados parciales sobre una encuesta de victimización hecha en La Pastora, La Vega y Sucre. Refirió que tanto en La Pastora como Sucre, sitios donde hay una presencia significativa de agentes del orden público (Polinacional y Guardia Presidencial), ello no se traduce en la disminución del uso de armas por parte de la delincuencia.