¿Conoces a alguna mujer que se haya arrepentido de ser madre? Si tú quieres planificar un embarazo pero te cuestionas si estás lista o te preguntas si serás una buena madre, te tranquilizará leer lo que sigue a continuación.
Por lo general una mujer sabe cuándo es el momento de ser madre porque lo siente, lo intuye y lo desea con todo su ser. Sin embargo, siempre es bueno contrastar los sentimientos con las opiniones de un profesional para tener la certeza de que llegó el momento. Conoce las señales de que estás lista para ser madre, a continuación.
#1 Tienes mucho amor para dar
Te encuentras en una etapa de tu vida en la que sientes que deseas trascender para transmitir tus valores a otra persona. Quieres que ese mismo modo de ver y enfrentar la vida que a ti te ha dado tantas alegrías y felicidad, también sea vivido por otra persona. Esto es importante tenerlo claro, no se trata de pensar en otro ser como la forma de recibir el amor que necesitas porque te sientes vacía, sino todo lo contrario; se trata de dar. Un hijo no debe ser un sustituto de nadie ni nada.
#2 Te emocionas ante las embarazadas
Ya sea que recibas la noticia de que una amiga está embarazada o que veas una película donde la protagonista será mamá, tú no puedes evitar emocionarte por todo lo que significa el gestar una vida. Tu primer pensamiento no es «va a aprender a cambiar pañales y dormir poco», sino que tu mente se extrae a otros pensamientos más profundos. Tal es así que de pronto te encuentras haciéndote la pregunta: cómo será que te digan «estás embarazada», y comienzas a imaginar cuál sería tu reacción.
#3 Tienes pensadas algunas cosas para un hijo
Ya tienes pesando el nombre que le pondrías a tu bebé si fuera niño o niña, quién lo cuidaría cuando te reintegres al trabajo, en que hospital te gustaría que naciera, en cómo tendrías que organizar tu casa para la llegada de un bebé. No se trata de que ya hayas pagado la primera cuota del colegio, sino de que sabes qué tipo de formación te gustaría que recibiera conforme a la educación y valores que deseas que tenga. Te imaginas con un bebé tuyo en brazos y no te asusta la idea.
#4 Fantaseas con todo lo relacionado a la maternidad
Pasas tiempo informándote acerca de todo lo relativo a ser madre, cosas que una embarazada puede y no hacer, cuánto dura la lactancia materna, si las embarazadas se pueden teñir el cabello, si podrás seguir teniendo relaciones sexuales con total normalidad… hasta cómo harás para organizarte con tu trabajo. También has guardado algunas de esas prendas que te han quedado enormes gracias a que has bajado de peso, con la ilusión de que te servirán una vez que te embaraces.
#5 Te replanteas la decoración del dormitorio de invitados
Comienzas a pensar que si tienes un bebé va a necesitar un dormitorio propio, por eso has comenzado a buscar posibles formas de decorar y dejar arreglada la habitación del cuarto de huéspedes para cuando llegue el momento. Piensas que es mejor hacer las refacciones, el trabajo de pintura y albañilería ahora que cuando llegué el bebé.
#6 No encuentras motivos para no ser madre
Eres tan metódica que hasta has hecho una lista de las razones para ser o no ser madre y… la columna del «no» está casi vacía. Piensas en cómo un hijo podría afectar tu vida, tu carrera, tus estudios, la vida en pareja, pero a cada cosa le encuentras una solución. Concluyes que un hijo podría demorar otras cosas, pero no es un impedimento para lograrlas. Hasta te imaginas llegando a casa del trabajo y siendo recibida por un hermoso niño que va corriendo a tus brazos.
Si reconoces las señales en ti, eso quiere decir que estás más dispuesta ahora que antes a ser madre, la idea ya no te desagrada o no te asusta tanto. Pero claro, una vez que reconoces que quieres ser madre, es inevitable que te preguntes cuándo. Antes de apresurarte a abandonar los métodos anticonceptivos, conversa del tema con tu pareja para saber qué piensa él.
Fuente [Imujer.com]