Para continuar con la hermosa labor de proteger a las especies en peligro de extinción, desde el mes de enero hasta la fecha en Santa María del Orinoco, entre el estado Apure y Bolívar se han trasplantado 521 nidos de la tortuga Arrau o del Orinoco (Podocnemis expansa), con la finalidad de protegerlas de los depredadores y conservar al quelonio.
Y es que en estas fronteras se encuentra ubicado el refugio de Fauna Silvestre y Zona Protectora de la Tortuga Arrau, perteneciente al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, en el cual más de 13 personas trabajan día y noche, conjuntamente con la Guardia Nacional Bolivariana velando por la supervivencia de estos ejemplares.
En esta oportunidad el titular de la cartera ambiental, Miguel Leonardo Rodríguez se trasladó hasta el lugar para realizar el trasplante de un nido, desde su sitio de origen hasta el lugar donde eclosionará. “Tener estos espacios como refugio garantiza, que pueda conservarse y proteger la especie de los depredadores naturales y del hombre. Estos quelonios tienen más de 200 años de existencia, pero si nosotros no los cuidamos en corto o largo plazo desaparecerán”, destacó.
En lo que va del 2014 se tiene un registro de 51.742 huevos trasplantados, 6.581 son infértiles, 1.209 rotos, lo que da un total 43.952 (restando estas cifras) que en 70 días aproximadamente eclosionarán.
Asimismo, al refugio llegan a reproducirse anualmente entre 500 a 1.000 hembras en las playas de bancos arenosos que emergen cuando bajan las aguas del río Orinoco. Es por ello que los 521 nidos han sido trasplantados después del desove desde las diferentes playas como: El Medio, Pararuma, Macupino, Cuba, Santa Isabel, Costa Bolívar (Guayabal-Carameral) hasta playa Playita.
La elección de esta zona se debe a que es la más alta que hay dentro del refugio, si sube el agua va a tardarse más para que se sumerja la isla, además es el área más segura debido a que es difícil que lleguen los depredadores. Igualmente, solo uno de los nidos no ha sido trasplantado, ya que la Playita es su sitio de origen, teniendo un total de 522 nidos en esta isla.
También están las Terecay (Podocnemis unifilis) que para la fecha se han trasplantando 142 nidos a playa Playita.
Rodríguez señaló que “con este programa de protección a la especie, las tortugas se llevan a zoocriaderos y allí es donde hacemos el verdadero concepto de la gestión ambiental compartida, no lo hace solo el Ministerio del Ambiente, sino también participa el Gobierno Nacional, Pdvsa con su zoocriadero en Petrocedeño, la fundación La Salle y empresa privada”.
“Esto no se hace por un discurso, sino por amor a la naturaleza. Nosotros se lo estamos demostrando al país. El Comandante eterno, Hugo Chávez Frías siempre lo dijo, hacer las cosas con compromiso y así lo plasmó en el Quinto Objetivo Histórico del Plan de la Patria, para que el pueblo asuma una conciencia conservacionista y con responsabilidad, mensaje que también lleva nuestro presidente, Nicolás Maduro Moros, para la preservación de los ecosistemas”, aseveró.
Desove
Es cuando la tortuga deja en libertad los huevos, todo producto de la fecundación, que para esta época, de febrero a marzo se da este proceso, es donde la especie realiza cámaras para depositar los huevos. El promedio de desove por tortuga llega a los 100 huevos en el caso de la Arrau. No todos son fértiles.
Trasplantación
Una vez detectadas las nidadas, son trasplantadas hasta la parte alta de las playas. Para realizar el proceso, una vez localizado el nido se procede a: colocar de 3 a 4 centímetros de arena del mismo nido en un tobo plástico, los huevos son extraídos en la misma posición en que se encuentran, evitando agitarlos o rotarlos; durante la extracción son apartados los huevos infértiles, que podrían descomponerse; al término la extracción los mismos se tapan con una capa de arena de 2 a 3 centímetros, para su transporte.
Asimismo, en el sitio de trasplante se abre un hoyo con una profundidad de 60 centímetros y dos cavidades o cámaras a los lados de unos 20 cm de ancho cada una, donde son colocados los huevos en la misma posición en que se encontraban en el nido natural. Una vez culminado el proceso se le agrega la arena húmeda del mismo nido y luego todo el conjunto se cubre con arena seca.
Cada nidada trasplantada se identifica colocando una estaca y se lleva un control en un libro para saber el día de desove y eclosión.
Al nacer los tortuguillos se cuentan los vivos y se realiza la siguiente clasificación: con morfología normal, deformes, total muertos y número de huevos sin eclosionar. Toda esta información se incorpora en la planilla de registro.
En los tanques de cría se comienzan a alimentar a partir de 15 días con alimentos concentrados para peces que debe contener como mínimo un 28% de proteínas, vegetales y frutas. Parte de los tortuguillos se crían en diversos zoocriaderos ubicados a escala nacional, los cuales forman parte del Proyecto de Conservación de Quelonios Continentales de la Estrategia Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica 2010-2020 y su Plan de Acción Nacional.
Los tortuguillos después de ser criados por un año o un poco más, con un tamaño generalmente mayor a 10 centímetros son puestos en libertad en las áreas de distribución de la especie, siendo el mayor número liberado en el Refugio de Fauna Silvestre y Zona Protectora de la Tortuga Arrau.
Finalmente, participaron en la experiencia del desove y trasplantación de las nidadas de tortuga, el director Nacional de la Oficina de Diversidad Biológica, Javier Valera; la directora de Conservación de Especies Amenazadas, Edis Solórzano; y el coordinador del Refugio de Fauna Silvestre y Zona Protectora de la Tortuga Arrau, Yubane Rosales.
[Fuente: Prensa Ministerio del Ambiente]